Si sigues a esta fantástica suite ofimática libre, sabrás que pronto se lanzará la versión LibreOffice 7.0. Hasta aquí todo normal, pero es que algunos usuarios han levantado algunos rumores en la red porque venía etiquetada como Personal Edition. Algunos pensaron que esto podría ocultar que se podría estar separando de una edición para uso profesional o empresas, además de que limitaría su uso en entornos educativos u organizaciones sin fines de lucro.

Evidentemente, los productos etiquetados como Personal Edition o Individual Use suelen esconder restricciones sobre para qué se usa un software específico. Impidiendo que esa edición se pueda emplear para otros fines. Además, no todas las ediciones suelen tener las mismas funcionalidades, ya que en las destinadas al hogar o uso personal se suelen limitar o capar algunas de ellas. Pero parece que en el caso de LibreOffice solo ha sido un «pequeño» susto infundado, y que seguirá siendo libre.

Tal fue el revuelo que desde la junta de LibreOffice han tenido que hacer una aclaración sobre ese etiquetado para dejar más tranquilos a todos los usuarios y certificar que no cambiarán la licencia actual ni los usuarios perderán ningún tipo de funcionalidad.

«Ninguno de los cambios que evaluamos afectará a la licencia, la disponibilidad, los usos permitidos y/o la funcionalidad. LifeOffice siempre será software libre y nada cambiará para los usuarios finales, desarrolladores y miembros de la Comunidad.»

Tan solo se trata de un lema para su nuevo plan de marketing, nada más que eso. Así se podrá diferenciar entre el LibreOffice actual, gratuito y respaldado por la comunidad de productos y servicios LibreOffice Enterprise proporcionados por miembros del ecosistema. Es decir, éstos últimos son aquellos desarrollos de empresas o voluntarios que usan o venden productos y servicios basados en LibreOffice.

Parece que además de LibreOffice Personal y Enterprise se usará también LibreOffice Engine para designar al núcleo de este proyecto. Parece ser también que TDF (The Document Foundation) también pretende desvincularse de la idea de que son un proveedor de software que brinda soporte y servicios. De hecho, en la actualidad el 68& de las contribuciones del código fuente son de empresas del ecosistema, el 28% es de los voluntarios que colaboran y solo el 4% de TDF.