Linux y OpenStack: dos tecnologías críticas para el CERN
El CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) es una de la instituciones científicas más relevantes del mundo. Con sede en Ginebra, Suiza, es donde fueron creados la World Wide Web y el Gran Colisionador de Hadrones. También destaca por una dilatada trayectoria en la utilización de tecnologías Linux y de código abierto.
Hoy nos hacemos eco a través de Linux.com de qué se componen y qué se maneja en las infraestructuras computacionales del CERN, en las cuales GNU/Linux y OpenStack juegan un papel muy importante. De hecho, la organización científica cuenta con un grupo de Infraestructuras y Sistemas Operativos TI que tiene como objetivo “ofrecer una instalación computacional para que 13.000 físicos de todo el mundo puedan analizar esas colisiones (las del Gran Colisionador de Hadrones) y comprendan de qué está hecho el universo y cómo funciona”, según explica Tim Bell, encargado del grupo mencionado.
Bell ha comentado sobre qué manejan en el CERN. “Actualmente almacena unos 200 petabytes de datos, con más de 10 petabytes de datos generados cada mes, cuando el acelerador está en ejecución. Esto produce desafíos extremos para la infraestructura informática en lo que respecta al almacenamiento de esta gran cantidad de datos, así como a la capacidad de procesarla en un tiempo razonable. Esto pone presión sobre las tecnologías de red y almacenamiento y la capacidad de ofrecer un marco informático eficiente.”
Viendo estas declaraciones, es obvio que el CERN necesita muchísima potencia computacional para procesar correctamente todo lo que genera, que no es poco. El estar a la vanguardia en la ciencia le obliga a estar también a la vanguardia en la implementación de nuevas tecnologías, por lo que esta organización es uno de los usuarios que hacen un uso más intensivo de OpenStack, siendo además miembro de la fundación que sostiene la conocida plataforma de computación en la nube: OpenStack Foundation. Para su infraestructura de servidor siempre ha utilizado GNU/Linux, aunque la distribución ha ido cambiando sin abandonar la misma base tecnológica.
Al principio el CERN fue un cliente de Red Hat Enterprise Linux, sin embargo, en 2004 tomó la decisión de trabajar junto Fermilab para crear Scientific Linux, un clon binario de RHEL. Más adelante, debido al gran empuje de CentOS, migraron a esta última y dejaron en segundo plano su propio desarrollo. Obviamente, colaborar en un proyecto consolidado, apoyado por muchas más partes y además totalmente compatible con lo suyo tendría que ayudar a ahorrar costes, por lo que razones no faltarían para dar el salto. A todo eso hay que sumar una razón concreta, y es que no incluían modificaciones en el kernel.
Otros proyectos Open Source con peso en la organización son Puppet para la gestión de la configuración y Grafana y influxDB para la monitorización. A nivel de hardware cuenta con 280.000 núcleos y 7.000 servidores repartidos en dos centros de datos localizados en Ginebra y Budapest (Hungría), pudiéndose destacar las infraestructuras definidas por software para automatizar procesos y así poder añadir servidores adicionales.
Que GNU/Linux y el Open Source tienen mucho peso en los proyectos más importantes del CERN no es algo nuevo, de hecho ya os informamos de ello en 2015, abarcando su implicación en el Gran Colisionador de Hadrones. Sí, el CERN es un potente usuario de tecnologías de código abierto y un contribuidor importante.