Los avances en las aplicaciones web hacen que cada vez instale menos apps, incluso en móviles
Hace unos pocos años, recuerdo buscar como un loco un buen cliente de Twitter para Linux. Probé, por ejemplo, estos tres, pero la experiencia de usuario y lo limitados que están me hicieron aburrirme de ellos en horas, literalmente. Yo usaba Tweetbot en macOS, y sencillamente no había color. Cuando Jack Dorsey y su equipo decidieron cambiar la interfaz de la red social, la mejor opción pasaba por usar el navegador, y eso es algo que me está pasando también en otras muchas aplicaciones web.
En el móvil, hubo un momento en el que pensé «¿Por qué usar una aplicación de YouTube si puedo ver los vídeos en el navegador?», y desinstalé la app. Más recientemente, YouTube ha limitado la posibilidad de hacer PiP (vídeo flotante) en la app si no se paga la versión Premium, y ese es otro motivo para entrar a la plataforma desde el navegador: hay extensiones para el navegador que permiten hacer PiP, pero esto es más difícil de hacer en la aplicación oficial.
Las aplicaciones web son cada vez mejores
Las aplicaciones web son cada vez mejores. Por una parte, trabajan la interfaz de usuario (UI) y la experiencia (UX) para que se diferencien poco o nada de lo que ofrecen las aplicaciones instalables. Ejemplos hay muchos, como Trakt, Inoreader, la de la RENFE o WhatsApp web, que lo único que podemos hacer en Linux es instalar… justamente una web-app.
Además, usando las versiones web podemos aprovechar todo lo que nos ofrece el navegador, como por ejemplo, podemos traducir un servicio que no está en nuestro idioma o bloquear la publicidad que aparece en las aplicaciones gratuitas. Tema moral aparte, nosotros controlamos cómo usamos las aplicaciones web, algo que no podemos hacer con las aplicaciones locales. Aunque yo Telegram sí lo tengo instalado, lo cierto es que también se podría usar bastante bien desde el navegador. Las notificaciones funcionan, pero he de reconocer que no todo lo web es siempre lo mejor.
Hay apps que empeoran la experiencia de usuario
Por si las aplicaciones web por sí solas no estuvieran mejorando lo suficiente, también hay casos en los que usar la aplicación oficial es, como dirían algunos, como una mala enfermedad. Por ejemplo, la app móvil de Movistar+, bueno, funciona, pero la que han diseñado para Smart TV (tanto en Android TV como en tvOS) funcionan que da asquete. La han querido hacer muy bonita, pero es una devoradora de recursos. No sé a quién se le ocurrió que, al pasar por encima de un contenido, se tenga que abrir la información relacionada, tras reproducir un sonido, y en ambos casos va a tirones. Incluso la imagen se corta en algunos canales, algo que no pasa en la versión web. Recordatorio: en Android TV se pueden instalar navegadores.
Claro está, para usar una aplicación web hay que estar conectado a Internet, y si nuestro equipo es de recursos limitados y nuestra conexión lenta, en ese caso sí merece instalar la aplicación, aunque sea como Photopea, para ganar un poco de independencia.
Pero yo cada vez instalo menos aplicaciones. El motivo principal es que las versiones web son lo bastante potentes como para que me olvide de su versión instalable; ni me planteo instalar MS Office si su versión web me sirve. Y también tiro cada vez más de la web porque soy usuario de Linux, y mucho de lo que nos ofrecen no son más que aplicaciones web modificadas para usarlas instaladas. Además, a mí me gusta usar Vivaldi, y en su panel lateral tengo Twitter, Inoreader, WhatsApp Web, DeepL, la nube de Movistar… Si tuviera que tener todo eso en el panel inferior/dock, podría volverme loco, y lo cierto es que la mayor parte del tiempo no es necesario tener todo eso abierto (en el navegador están hibernando).
Podemos usar Visual Studio Code en el móvil
Los editores como Visual Studio Code son una de esas aplicaciones que merece la pena tener instaladas, ya que es así como se les saca el máximo partido, pero también es el mejor ejemplo de cómo están evolucionando las aplicaciones web. Si, por el motivo que sea, y os aseguro que hay casos, uno decide escribir algo de código desde el móvil, hace tiempo que puede hacerlo desde un navegador. En el futuro, es probable que se puedan usar muchos servicios desde cualquier equipo que pueda mover un navegador, y eso es bueno para todos, en especial para los usuarios que más suelen olvidar los desarrolladores.