Microsoft, así no. Por qué he desinstalado Edge de cualquier Windows que toco
Mentiría mucho, muchísimo, si dijera que me encanta Windows. Pero también sería mentira gorda si dijera que no lo uso para nada. Lo uso en al menos tres entornos, cada uno con su cometido, pero no deja de ponerme de los nervios. Por si fuera poco, a Microsoft le ha dado por molestar constantemente para intentar que usemos sus servicios, y por lo menos en mi caso eso sólo sirve para lo contrario. Ha llegado a un punto en el que ha caído Microsoft Edge.
La versión Chromium de Edge no es tan mala, las cosas como son. El problema es que para mucha gente, entre la que me incluyo, llegó demasiado tarde. Cuando tuvieron algo decente que ofrecer, dejando atrás la anterior versión y al Internet Explorer, ya estábamos acostumbrados a Chrome en Windows y a Chromium — también Chrome — o Firefox en Linux, por lo que cada uno de nosotros tiene una preferencia. ¿Y para qué tener Microsoft Edge?
Microsoft Edge no es mal navegador, pero Microsoft es insoportable
La respuesta puede ser algo así como tener más opciones. En mi portátil principal con Manjaro yo tengo Vivaldi, Firefox, Chromium y Brave, además de mi Pablowser creado en Python, pero hace tiempo también probaba cosas en Microsoft Edge. Lo desinstalé porque no lo usaba, y por no usar AUR más de la cuenta.
En Windows es el navegador por defecto, y yo lo solía dejar, pero he terminado por desinstalarlo, ahora que se puede gracias a la Unión Europea, que a veces hace cosas buenas. ¿Por qué lo he hecho? Resumiendo, porque no se actualiza automáticamente y porque no para de pedirme ser mi navegador por defecto.
En Windows yo tiro bastante de Winget. Es una herramienta para el terminal que recuerda mucho a lo primero que usé en Linux, y me siento cómodo con ella. También hay otras como UnigetUI que facilitan el trabajo, y a mí me gusta actualizar todo lo que puedo de golpe. Pues bien, Edge se negaba y me obligaba a hacerlo abriendo el navegador, desde sus ajustes. Claro está, cada vez que lo abría me preguntaba si quería ponerlo como navegador por defecto. ¡Que nooooooo, cansino!
Microsoft permite desinstalar su navegador web
Así que al final lo desinstalé tanto el SSD para mi Steam Deck como en mi mini PC/TV Box y en mi máquina virtual. Avisa de que los widgets y otras cosas que dependan de él no funcionarán, pero lo mismo me da que me da lo mismo; no soy un gran fan de los widgets.
Si Microsoft no se pusiera tan pesada, lo haría tal y como hago con Chromium y Brave en Manjaro: los puedo tener ahí para probar cosas mientras ni molesten ni «pidan pan», pero lo de Microsoft es de juzgado de guardia. Con molestias como estas, uno se plantea por qué tener algo con Windows, y toca relajarse y aceptar que para algunas cosas, como la compatibilidad con software, es mejor. Pero esta insistencia lo pone difícil.
Por eso me encanta Linux
Y por eso me encanta Linux. Yo soy dueño y señor de mi equipo, y nada me molesta. Sólo le falla el soporte de algunos programas, pero mientras pueda hacer de todo en mi día a dia, Windows lo tengo sólo por si acaso, para no cerrarme posibilidades. Ahí jugué los Davil May Cry 1 y 2, no el 3 porque conseguí un mod que arregla los vídeos — básicamante sustituyéndolos por otros. En el Windows de mi mini PC veo Prime Vídeo sin publicidad y en HD. Ya sabéis que no hay que ser hater ni fanboy y aprovechar lo que se tenga.
Entre ello no estará nunca más Microsoft Edge, algo que han conseguido por pesados. No me importa demasiado tener varias opciones para lo mismo, siempre y cuando no molesten. Ahí, en ser una molestia, la compañía de las ventanas si que no tiene rival en la actualidad.