Cada vez se alzan más voces para protestar contra el regreso de Richard M. Stallman (RMS) a la junta directiva de la Free Software Foundation (FSF) y es que miles de personas y organizaciones de la comunidad de software libre y código abierto (Open Source Initiative, Software Freedom Conservancy, Apache Software Foundation) están pidiendo su partida nuevamente y ahora Mozilla y Tor se encuentran ahora entre los manifestantes.

Como informamos ayer, la presión va en aumento para que Stallman, que está de nuevo en el directorio de la FSF, pueda ser expulsado de la organización que creó y de la que ha sido un símbolo durante décadas.

Una de las primeras reacciones provino de Open Source Initiative (OSI), que dijo estar indignada por el anuncio. Horas después del anuncio, dijo que dejará de colaborar con la Free Software Foundation si RMS no vuelve a renunciar a la junta directiva de la organización. Para ella, «Stallman no refleja al líder que la comunidad desea tener».

Posteriormente, cientos de partidarios del software libre y el código abierto firmaron una carta abierta pidiendo al fundador del Movimiento Libre que le devolviera el delantal, pero también a toda la junta directiva de la FSF que renunciara. La movilización para la salida de RMS de todos sus puestos directivos en la comunidad del software libre tiene su origen en sus declaraciones consideradas inquietantes relacionadas con el sexo de menores y las leyes relativas a la pornografía infantil. En cuanto a la junta directiva de la FSF, los firmantes de la petición la acusan de mostrar una pasividad «exagerada».

Los firmantes de la petición incluyen desarrolladores, contribuyentes y altos funcionarios de software libre y organizaciones y proyectos de código abierto, incluida la Fundación GNOME, la Iniciativa de código abierto, Software Freedom Conservancy, la Fundación de software Apache, la Fundación Wikimedia, EFF, etc.

Hay también académicos, e incluso ex eurodiputado del Partido Pirata Sueco, en este caso Amelia Andersdotter. Todos están hablando en contra del comportamiento considerado indeseable por RMS, que creen que es una espina clavada en el costado de la comunidad de software libre y de código abierto.

Desde su lanzamiento el lunes, el número de signatarios de la petición ha crecido rápidamente.

Hoy, más de 2.000 personas y organizaciones ya lo han firmado. Tor y Mozilla se unieron a la lista el miércoles. “No podemos exigir algo mejor a Internet si no exigimos algo mejor a nuestros líderes, a nuestros colegas ya nosotros mismos. Estamos con la comunidad de diversidad de código abierto, Outreachy y el proyecto Software Conservancy y apoyamos esta petición ”, escribió Mozilla en su página de Twitter ayer. Entonces, ¿se irá Stallman? De lo contrario, ¿cómo le iría a la comunidad de software libre y código abierto?

Al pedir la renuncia de la junta directiva de la FSF, los organizadores de la petición se refieren a las denuncias de acoso, los comentarios que hizo Stallman sobre las personas con síndrome de Down y sus reiterados comentarios sobre el pronombre singular «ellos», al que se refieren los peticionarios a como «transfobia mal disfrazada».

“Ha habido suficiente tolerancia para las repugnantes ideas y el comportamiento de RMS. No podemos seguir permitiendo que una persona arruine el sentido de nuestro trabajo ”, escriben los organizadores de la petición.

«Nuestras comunidades no tienen lugar para personas como Richard M. Stallman, y no seguiremos sufriendo por su comportamiento, ni le daremos un papel de liderazgo, ni lo veremos a él y a su ideología como hirientes y peligrosos,» como aceptables «, están indignados. . Por otro lado, tenga en cuenta que Stallman es una de las muchas personalidades de la contracultura tecnológica cuyo comportamiento, una vez considerado simplemente excéntrico, desde entonces se ha caracterizado ampliamente como abusivo.

Por ejemplo, el creador de Linux, Linus Torvalds, también se encontró en una situación similar hace unos años. Torvalds se retiró del proyecto en 2018 después de que The New Yorker informara años de lo que llamó «correos electrónicos abusivos» a otros miembros del proyecto.