Ni GNOME OS, ni 20×20, pero… ¿a quién le importa?
GNOME OS es el sistema operativo basado en Linux con el que sueñan algunos de los usuarios del entorno de escritorio por antonomasia del software libre. No todos, porque precisamente ese por antonomasia viene dado por la posición de omnipresencia que ostenta GNOME en las principales distribuciones Linux, y es raro que haya quien no encuentre un acomodo a su medida.
No obstante, esto de GNOME OS, sin mencionar expresamente semejante denominación, se lleva hablando en los foros linuxeros los últimos años a raíz de la aparición en escena de KDE neon, que a todos los efectos es la distribución oficial del proyecto KDE. KDE neon, como sabéis, se fundamente en la estable y por largo tiempo soportada base de Ubuntu LTS, sobre la que se despliega el entorno de escritorio y aplicaciones de KDE, conjunto que es mantenido a modo de rolling release.
Es decir, KDE neon ofrece una base estable sobre la que despliega su software siempre actualizado. Una fórmula que está encantando a muchos usuarios y que lleva a otros tantos a preguntar si para GNOME no existe nada igual. Y no, no existe. Lo más parecido sería instalar por ejemplo Manjaro, que permite utilizar un kernel LTS al tiempo que GNOME recibe sus actualizaciones. Pero no es lo mismo.
Un GNOME OS al estilo de KDE neon podría hacerse, desde luego: base de Red Hat Enterprise Linux o en su defecto de CentOS o CentOS Stream, aunque en este segundo caso no sería tan igual; y, por supuesto, un entorno de escritorio GNOME, aplicaciones incluidas, mantenido y rigurosamente actualizado por el propio proyecto. Pero cabe repetir que eso no existe. O sea, que no existe GNOME OS… O al menos, no el GNOME OS con el que algunos sueñan.
GNOME OS y el 20×20
Es probable que muchos no lo recordéis, pero de GNOME OS como tal se lleva hablando muchos años. En 2012 se anunciaba su lanzamiento para 2014, coincidiendo con el de GNOME 3.12, versión cuya numeración iba a ser a la postre actualizada a GNOME 4.0. Como es evidente, nada de eso sucedió.
Habiendo pasado la primera mitad de 2020, lo último que nos ha dejado el proyecto es GNOME 3.36 y en aproximadamente mes y medio se espera el lanzamiento de GNOME 3.38. Así que ni rastro de GNOME 4.0, que vendría al rebufo de GTK4, ni rastro de GNOME OS; si bien hay rastros de todo: el desarrollo de GTK4 está avanzado, GNOME 4 llegará más pronto que tarde y GNOME OS está ahí, a pesar de que todo.
Lo recuerdan en Phoronix, ya que estos días se está celebrando la GUADEC 2020, la conferencia anual del proyecto GNOME, este año por entero en línea a causa de la pandemia provocada por el coronavirus. Según explican, GNOME OS está tomando forma y el plan es que se pueda instalar en hardware real como si de cualquier otra distribución se tratase.
Así, de imagen de pruebas para máquina virtual que apenas nadie usaba, GNOME OS pasaría a convertirse en una distro que puedes instalar en tu ordenador. Pensando en lo básico, contaría por lo tanto con un kernel Linux, que podría ser la versión LTS para menos complicaciones, aunque si apuestan por ofrecer un buen soporte de hardware tendrían que actualizarlo a la rolling release, un instalador de sistema, el entorno de escritorio y aplicaciones oficiales de GNOME, que también se actualizarían de manera constante…
Y soporte para instalar más aplicaciones vía Flatpak, que cuesta muy poco de implementar y mucho menos de mantener, habida cuenta de que se basa en repositorios externos. Esto no es una suposición, sino parte de los planes para llevar adelante GNOME OS (PDF). Otras características del sistema incluirían el instalador de sistema de Endless OS, soporte de UEFI a través de systemd-boot, OSTree para agilizar las actualizaciones, el servidor gráfico Wayland por defecto con XWayland como apoyo y controladores recientes de Mesa, lo que inclinaría el modelo de kernel hacia el rolling release, y no hacia el LTS.
GNOME OS sigue en desarrollo para lograr todo lo dicho, pero ya puede ser usado en hardware x86_64 e incluso se está probando en dispositivos AArch64… Pero permite que explote la burbuja que quizás te estabas montando, porque es a eso a lo que se dirige y dirigirá este proyecto: para probar el escritorio y nada más. Esa es la idea, de acuerdo a lo que se está comentando.
¿Puede ser que GNOME OS termine atrayendo a una gran base de usuarios que demande a los responsables más características y funcionalidades, que estos acepten y que con el tiempo llegue a convertirse es una distribución Linux con todas las de la ley? Por poder… Pero tampoco parece que sea necesario. A diferencia de KDE, GNOME goza de una posición privilegiada al frente de las grandes distros Linux y las hay que respetan la idiosincrasia del proyecto con firmeza.
Por otro lado, esas grandes distribuciones que hacen de GNOME el escritorio Linux de facto, no compiten por llevarse al usuario doméstico, por lo que no da la sensación de que un GNOME OS al estilo de KDE neon, por seguir con el ejemplo, tuviese que molestarles. Existen excepciones, como Fedora, o quizás Ubuntu, pero la distro de Canonical tiene una tracción muy fuerte en el escritorio. Y Fedora… Fedora es el auténtico GNOME OS, además, encadenando lanzamientos excelentes de unos años a esta parte.
Quien busque lo más cercano a un GNOME OS, lo puede encontrar ahora mismo en la forma de Fedora 32. La estrecha relación que une al proyecto GNOME con Fedora y todo el entorno de Red Hat, hace más plausible una Fedora rolling release como GNOME OS que el mismo GNOME OS. De hecho, Fedora Silverblue, uno de los spins de la distribución, tanbién utiliza OSTree y sería una perfecta candidata… aunque se empeñen en hacer quiebros que nadie se cree.
¿Y qué es eso de 20×20, te preguntas? A mediados de la década pasada, momento de aparición de distribuciones como Ubuntu, el escritorio Linux experimentó un pico de popularidad y en el proyecto GNOME se plantearon una meta: alcanzar el 10% de cuota de mercado en 2010. No fue posible, pero en lugar de rendirse renovaron el objetivo a futuro y doblaron la apuesta: 20×20, el 20% de cuota de mercado para 2020… Que tampoco ha sido posible. ¿Se atreverán con el 30×30? Total, no hay nada que perder.
Y es que al final del día todo esto no es tan importante, porque aunque no haya GNOME OS, hay GNOME en multitud de OS; y a falta del 20%, un 4% de cuota compartida tampoco le va quitar el sueño a nadie. Ni siquiera a quienes lo hacen -el soñar- con un GNOME OS con el 40% de cuota de mercado. Algo de lo que disfrutaríamos mucho todos: de los más, a los menos fans de GNOME.