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Nuevas expansiones SATA llevan la Raspberry Pi al siguiente nivel en almacenamiento

Raspberry Pi expansión almacenamiento

La Raspberry Pi 5 sigue ampliando su potencial gracias a soluciones de terceros que buscan exprimir al máximo su renovada conectividad. Una de las incorporaciones más llamativas llega de la mano de Waveshare, que pone sobre la mesa una placa de expansión que permite añadir dos discos SATA 3.0 directamente al miniordenador, sin las limitaciones habituales del puerto USB. Esta novedad es especialmente interesante en ámbitos como servidores caseros, estaciones multimedia o para quienes desean montar su propio sistema NAS a bajo coste.

El crecimiento de la popularidad de la Raspberry Pi como plataforma para proyectos de todo tipo ha traído consigo la necesidad de ampliar el almacenamiento y hacerlo más rápido. Aunque el USB 3.0 ha servido hasta ahora como puerta de entrada para discos externos, sufría ciertos cuellos de botella y problemas derivados de la alimentación. La nueva expansión de Waveshare, en cambio, hace uso del bus PCIe Gen 2 x1 estrenado en la Raspberry Pi 5, abriendo la puerta a velocidades de transferencia que superan holgadamente los 350 MB/s reales en pruebas de lectura y escritura sostenidas.

Una placa HAT que revoluciona el almacenamiento en la Pi

El accesorio presentado por Waveshare se integra como una HAT (Hardware Attached on Top), incorporando dos puertos SATA III (6 Gbps) y un controlador JMicron JMS561, ya conocido por su fiabilidad en adaptadores de este tipo. Mediante la conexión a través del cable FPC incluido, la comunicación se realiza directamente con el SoC de la Raspberry Pi, reduciendo la latencia y mejorando el ancho de banda respecto a soluciones basadas en USB.

El diseño del HAT es especialmente compacto y pensado para quedar justo encima de la Pi 5. Una de sus claves está en el sistema de refrigeración activa, gracias al ventilador integrado, y una entrada de alimentación externa de 12 V, capaz de proporcionar energía tanto a la propia Raspberry Pi como a los discos conectados. Esto evita cortes indeseados o caídas del sistema, incluso bajo cargas intensivas.

Otra de las ventajas de esta solución es el soporte para configuraciones RAID por software usando herramientas como mdadm en Linux, permitiendo elegir entre mayor velocidad (RAID 0), seguridad de datos (RAID 1) o simplemente usar ambos discos de forma independiente (JBOD).

Multiplicidad de usos: desde NAS casero hasta laboratorio de pruebas

Al poder conectar dos discos SATA de 2,5 pulgadas con velocidad y fiabilidad, la Raspberry Pi 5 equipada con esta expansión puede convertirse en un servidor de archivos profesional. Es posible instalar sistemas como OpenMediaVault para habilitar servicios de red habituales como SMB, NFS o FTP, con acceso desde cualquier dispositivo del hogar o incluso desde fuera de casa. Más información sobre la gestión avanzada de almacenamiento en Raspberry Pi en esta guía de particionado y gestión de discos.

En el entorno multimedia, este sistema resulta ideal como base para plataformas como Plex o Jellyfin, aprovechando la velocidad del almacenamiento para gestionar grandes colecciones de películas, series o música sin demoras y con bajo consumo energético. Además, es una opción atractiva para quienes trabajan en desarrollo software, pruebas automáticas o precisan cacheo rápido de datos, ya que los SSD pueden proporcionar tiempos de respuesta similares a los de sistemas de escritorio convencionales.

Gracias a la eficiencia energética tanto de la Pi como de los SSD modernos, mantener el servidor encendido las 24 horas del día resulta sencillo y con un coste eléctrico muy ajustado. Todo ello con la flexibilidad y facilidad de monitorización que aportan las herramientas habituales en distribuciones Linux.

Puntos clave de alimentación y compatibilidad

Uno de los aspectos que más preocupan al montar un sistema de almacenamiento avanzado en una placa compacta es la estabilidad de la alimentación eléctrica. Aquí, Waveshare ha resuelto el problema incluyendo una fuente independiente de 12 V capaz de alimentar tanto la Pi como los discos, lo que reduce riesgos de fallos por sobrecarga y mejora la seguridad del dispositivo.

La integración es completa: la energía puede pasar a través de la HAT y alimentar la Raspberry Pi por el puerto USB-C, reduciendo el enredo de cables y facilitando la integración en cajas o montajes compactos. Además, la placa es compatible sin necesidad de drivers adicionales con cualquier distribución Linux moderna para la Pi 5, desde el sistema oficial Raspberry Pi OS hasta Ubuntu, Arch o Armbian. Los discos son detectados automáticamente como dispositivos estándar (/dev/sda, /dev/sdb), y el usuario puede gestionar el estado de los mismos utilizando utilidades como smartctl.

La llegada de la interfaz PCIe a la Raspberry Pi 5 ha supuesto un cambio radical en las posibilidades de expansión del dispositivo. Empresas como Waveshare están liderando el lanzamiento de módulos cada vez más completos y profesionales: desde tarjetas de red de alta velocidad, hasta soluciones para aceleración gráfica o captura de vídeo. Todo esto sin recurrir a adaptadores externos ni modificaciones avanzadas.

Esta nueva generación de ampliaciones posiciona a la Raspberry Pi como una alternativa potente y modular para quienes buscan un pequeño servidor doméstico, un laboratorio de pruebas o un centro multimedia personalizable.

Estas mejoras en almacenamiento y conectividad consolidan la Raspberry Pi 5 como una plataforma sólida para proyectos avanzados que anteriormente solo requerían hardware más voluminosa o costosa. La posibilidad de conectar discos SATA de forma sencilla permite que proyectos que necesiten gran capacidad y velocidad de transferencia puedan realizarse con este compacto dispositivo.

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