Nvidia a punto de coronarse como la empresa más valiosa de la historia impulsada por la inteligencia artificial
En las últimas jornadas, la tecnológica Nvidia ha acaparado la atención de mercados y analistas por la escalada histórica de su valor bursátil. El fabricante estadounidense de semiconductores está a las puertas de convertirse en la empresa de mayor capitalización de todos los tiempos, con una valoración que roza los 4 billones de dólares (unos 3,39 billones de euros). Esta cifra no solo multiplica varias veces su valor alcanzado hace apenas unos años, sino que representa casi el doble del producto interior bruto de economías como la española.
El motor tras este ascenso vertiginoso es la fiebre mundial por la inteligencia artificial. El mercado ha visto cómo Nvidia lideraba una transición decisiva, pasando de centrarse en hardware para videojuegos a dominar el sector de chips avanzados para IA, imprescindible para modelos de lenguaje e infraestructuras que marcan la pauta tecnológica actual. En este contexto, la compañía fundada en California en 1993 por Jensen Huang vuelve a romper moldes y se posiciona por encima de gigantes como Microsoft y Apple.
Capitalización bursátil récord y el auge de la inteligencia artificial
Con el cierre reciente de sus acciones por encima de los 159 dólares, Nvidia ha conseguido elevar su capitalización a más de 3,9 billones de dólares. Un pequeño repunte adicional del 2,8% bastaría para que la firma se corone como la más valiosa de todos los tiempos, rompiendo el récord que estableció Apple a finales de 2024. Los títulos de Nvidia han subido más de un 15% solo en 2025 y la firma está muy cerca de duplicar su valor en menos de año y medio: superó los 2 billones de dólares en febrero de 2024 y sobrepasó los 3 billones en junio del mismo año.
El liderazgo de la empresa se explica por la demanda sin precedentes de chips para inteligencia artificial. Los últimos procesadores de Nvidia han sido fundamentales para entrenar los modelos de IA más ambiciosos, alimentando una competencia feroz entre empresas como Microsoft, Amazon, Meta, Alphabet y Tesla, todas volcadas en construir centros de datos especializados. Así, Nvidia responde a una necesidad global que trasciende el ámbito del gaming y se extiende a la revolución tecnológica actual.
Un repaso a la historia y apuestas clave
Detrás de esta proyección hay una trayectoria marcada por decisiones arriesgadas y visión a largo plazo. Nvidia nació como una compañía enfocada en gráficos 3D para juegos de ordenador, en un mercado al que las grandes empresas daban la espalda. Primero apostó por la computación paralela, lo que la diferenció y le permitió sentar las bases para futuros éxitos en hardware.
En 2006, la creación de CUDA —un software que permitía a los desarrolladores aprovechar las GPU de Nvidia para tareas científicas y más allá del videojuego— supuso otra apuesta que tardó en dar frutos, pero terminó consolidando su posición en computación avanzada. El auténtico salto llegó a partir de 2012, cuando la inteligencia artificial resurgió y los chips de Nvidia se convirtieron en una herramienta indispensable para el entrenamiento de redes neuronales y modelos generativos, un nicho en el que ahora domina con el 90% de la cuota de mercado.
Hoy, la firma cotiza a múltiplos muy superiores a la media de los últimos años y representa por sí sola alrededor del 7% del índice S&P 500, configurando junto a titanes como Microsoft, Apple, Amazon y Alphabet casi un tercio del valor de la bolsa estadounidense. Su fundador y CEO, Jensen Huang —quien figura entre las personas más ricas del mundo gracias a su participación en la compañía—, ha sido reconocido por su capacidad de anticiparse a las necesidades tecnológicas globales.
Nvidia y el desarrollo de la inteligencia artificial: aplicaciones y retos
La posición de Nvidia no solo se limita a los mercados financieros. La compañía está marcando el ritmo de la innovación en inteligencia artificial con chips cada vez más potentes y tecnologías que no dejan de evolucionar. Sus procesadores se utilizan tanto en el entrenamiento de algoritmos avanzados como en otros ámbitos emergentes, incluyendo aplicaciones científicas, blockchain y centros de datos que necesitan rendimientos excepcionales.
En el ecosistema de los videojuegos y los gráficos digitales, Nvidia continúa pisando fuerte. El reciente lanzamiento del plugin DLSS 4 para Unreal Engine 5.6 es buena prueba de ello, ya que integra en un único paquete tecnologías de renderizado como Super Resolution, Frame Generation, Ray Reconstruction y DLAA. Esto supone una ventaja competitiva para desarrolladores y estudios, que ahora pueden implementar las mejoras visuales y de rendimiento con mayor facilidad.
La empresa tampoco ha perdido de vista los cambios en el mundo financiero. Recientemente, plataformas descentralizadas han comenzado a ofrecer acciones tokenizadas de Nvidia, permitiendo su comercio como activos digitales en exchanges de criptomonedas. Esta tendencia abre nuevas formas de inversión, adaptando los activos tradicionales al universo blockchain y facilitando la operativa a cualquier hora y desde cualquier lugar.
Expertos subrayan que, aunque el entusiasmo en torno a la inteligencia artificial es enorme, no puede descartarse la posibilidad de que las expectativas sean demasiado elevadas y el sector enfrente ajustes en el futuro. Sin embargo, el peso de Nvidia en el sector tecnológico y la robustez de su cartera la colocan en una posición inmejorable para afrontar retos y aprovechar oportunidades.
El ascenso de Nvidia en la última década es un reflejo del cambio de paradigma en la economía global: de los combustibles fósiles a la tecnología y la inteligencia artificial. Lo que comenzó como una pequeña empresa de hardware se ha convertido en el epicentro de la revolución digital, alimentando los motores que dan vida a la próxima generación de soluciones inteligentes.