SoftBank acordó vender Arm Holdings a la empresa estadounidense Nvidia por hasta 40.000 millones de dólares (33.700 millones de euros), poniendo fin a cuatro años de propiedad.

Se espera que esta adquisición finalice en marzo de 2022, sujeta a la aprobación de numerosas autoridades reguladoras de todo el mundo. Nvidia pagará más de la mitad (21.500 millones de dólares o 17.700 millones de euros) con sus propias acciones.

El precio de 40 mil millones de dólares es una cantidad máxima, porque el pago de un tramo de 5 mil millones de dólares (4,2 mil millones de euros), será en efectivo o en acciones de Nvidia y además de que estará condicionado «a la consecución de por Arm con objetivos específicos de desempeño financiero”, dijo el grupo estadounidense.

Se espera que SoftBank Group retenga entre el 6,7% y el 8,1% del capital de Nvidia después de la transacción.

Mientras que NVIDIA conservará la independencia de ARM: el 90% de las acciones pertenecerán a NVIDIA y el 10% permanecerá en Softbank.

NVIDIA también tiene la intención de seguir utilizando un modelo de licencia abierta, evitar fusiones de marcas y conservar su sede en el Reino Unido y sus instalaciones de investigación, además de que la propiedad intelectual con licencia de ARM se mejorará con tecnologías NVIDIA.

El centro de I+D existente de ARM se ampliará en el área de sistemas de inteligencia artificial, cuyo desarrollo recibirá especial atención.

Incluso para la investigación en el campo de la inteligencia artificial, se planea construir una nueva supercomputadora basada en tecnologías ARM y NVIDIA.

La venta pone a un proveedor clave de Apple Inc y otras empresas de la industria bajo el control de un solo jugador y enfrentará una posible oposición de los reguladores y competidores de Nvidia, la empresa de chips más grande de Estados Unidos por su capitalización de mercado.

La adquisición, sujeta a autorizaciones regulatorias, incluso en Gran Bretaña, Estados Unidos y China, probablemente estará bajo escrutinio en China, donde miles de empresas, desde Huawei hasta pequeñas empresas emergentes, están utilizando la tecnología.

Nvidia es el mayor fabricante de procesadores gráficos y está expandiendo el uso del componente de juegos en nuevas áreas, como el procesamiento de inteligencia artificial en centros de datos y automóviles autónomos.

La unión de sus propias capacidades con las unidades centrales de procesamiento diseñadas por Arm podría permitirle ponerse al día o incluso adelantarse a Intel y Advanced Micro Devices.

«Hay que controlar tanto las hojas de ruta de la CPU como de la GPU y eso, por supuesto, incluye los centros de datos», escribió en una nota, refiriéndose a las unidades de procesamiento central y las unidades de procesamiento de gráficos. “Estratégicamente, Nvidia necesita un procesador escalable que pueda integrarse en su hoja de ruta de GPU, como es el caso de AMD e Intel. «

El valor de las acciones de Nvidia se ha multiplicado por más de veinte en los últimos cinco años, lo que le ha dado a la empresa más poder para cerrar grandes negocios. El valor de mercado de Nvidia ha aumentado a más de $ 260 mil millones durante ese tiempo, superando a Intel.

La compañía ha extendido su dominio de los chips gráficos utilizados por los jugadores a nuevas áreas, como el procesamiento de inteligencia artificial en centros de datos. También se ha afianzado en el floreciente mercado de sistemas que impulsan automóviles autónomos.

La tecnología Arm, desarrollada en Cambridge (Inglaterra) apuntala los chips que son esenciales para la mayoría de la electrónica moderna, incluidos los que dominan el mercado de los teléfonos inteligentes, un área en la que Nvidia ha logrado poder entrar para implantar sus productos.

Los clientes, incluidos Apple Inc., Qualcomm Inc., Advanced Micro Devices Inc. e Intel Corp., pueden requerir la garantía de que un nuevo propietario continuará brindando acceso equitativo al conjunto de instrucciones de Arm.

Ya que fueron estas preocupaciones las que permitieron a SoftBank, una compañía neutral, comprar Arm la última vez que estuvo a la venta sin mucha reacción.