Peppermint regresa con nueva versión repleta de novedades
Os adelantábamos con el PING del sábado el lanzamiento de esta nueva versión de Peppermint, advirtiendo la posibilidad de retomarlo para dedicarle una noticia en condiciones como es la que nos ocupa, y es que Peppermint regresa con cambios importantes tras casi tres años de silencio… por una razón de peso, cabe añadir.
Entrando en materia, Peppermint es una distro interesante por su particular enfoque, sin el cual estaríamos hablando de una Linux Lite o similar al uso. Peppermint, sin embargo, es la distribución Linux por excelencia de las aplicaciones web, no solo por su disposición a incluirlas como alternativas de primera, sino por la innovación que han aportado en este sentido. Innovación, sí.
El gran aporte y sello distintivo de Peppermint en comparación a otras distribuciones Linux es Ice-SSB (Site Specific Browsers), una aplicación de desarrollo propio que permite al usuario crear aplicaciones web bajo demanda. O sea, webapps al estilo de las de los navegadores Chromium y derivados, pero con encajes adicionales que pueden interesar a más de un usuario, especialmente en Linux.
Por ejemplo, con Ice-SSB es posible crear webapps basadas en el navegador que se use de manera predeterminada, incluyendo Chromium y derivados, con el añadido de poder hacerlo con perfil aislado. Y algo mucho, mucho más interesante, como es poder crear aplicaciones web también con Firefox, que tras el desplante irracional de Mozilla en relación con las mismas se ha quedado al menos por ahora sin vías accesibles.
De hecho, tan bueno ha sido el trabajo de los desarrolladores de Peppermint con el tema de las aplicaciones web que Linux Mint tomó nota para la creación de su herramienta WebApp Manager, en cuyo artículo de presentación dimos cuenta de todo lo que ofrece, así como repasamos teoría y práctica en torno a esta funcionalidad y la creación de webapps con diferentes navegadores y herramientas.
A este respecto, la nueva versión de Peppermint ha introducido cambios cuando menos curiosos, como es el de no preinstalar ningún navegador web, para que sea el usuario quien haga lo propio. Eso sí, facilitándole la labor con una nueva pantalla de bienvenida en la que se incluyen opciones para instalar rápidamente un navegador, diferentes extras, o un tutorial para aprender a utilizar Ice-SSB, entre otras.
Pero eso no es todo: más de dos años largos han dado bastante de sí y Peppermint tiene en su haber novedades realmente significativas, como es el caso de la migración de sistema base, del Ubuntu 18.04 LTS que usó Peppermint 10 a Debian 11, la adopción del instalador Calamares en reemplazo de Ubiquity, amén de un cambio importante como es el adiós a los 32-bit: Peppermint es ahora un sistema operativo de 64-bit.
Quien se proponga instalar Peppermint deberá tener en cuenta también que el bloqueo numérico está activado por defecto en el proceso de instalación, y que las herramientas de administración Peppermint Settings y Control Center se han combinado en un único módulo llamado Peppermint Hub.
Más novedades de la nueva versión de Peppermint incluyen el abandono de componentes de LXD por Xfce (4.16.2) en pleno, dejando así atrás uno de sus aspectos menos atractivos como era la mezcla de componentes y aplicaciones de distintos entornos de escritorio… con matices, pues han decidido utilizar Nemo como gestor de archivos en lugar de Thunar. Queda por ver si han mantenido el buen equilibrio entre consumo y rendimiento del que gozaba la distribución.
Como se puede ver, valía la pena dedicarle un espacio propio a la nueva versión de Peppermint, de la que no se ha dado una numeración concreta. De ahí que hablemos todo el rato de la nueva versión de Peppermint: en la página de descargas están disponibles la versión actual y la anterior, así que fíjate bien cuál eliges (la nueva es la primera).
Por último, cabe recordar que si Peppermint ha permanecido en silencio tanto tiempo, fue por el fallecimiento de su líder, Mark Greaves, hace ya dos años. No es fácil recuperarse de algo así y hay que reconocérselo. Esta nueva versión, por supuesto, va en su memoria.