Antes de nada, me habría gustado hacer este artículo de otra manera. Como viene siendo mi costumbre, acompañar este texto de su vídeo correspondiente, donde puedo improvisar dando la cara. Pero, como os explicaré a continuación, eso no ha sido posible. Vamos a ir por partes, porque tengo bastante que contaros.


En primer lugar, tengo que pediros disculpas. Mi ausencia en esta ocasión cuenta con una serie de razones que, si me pongo a explicar de una en una, probablemente harían inverosímil el relato. Resumamos brevemente: por un lado, hace semanas que no tengo ordenador. Por otro lado, he estado liado con asuntos bastante relevantes.

Lo primero podría dar de por sí un buen vídeo-blog, de esos en los que echo espumarajos por la boca. Como sabéis, vivo fuera de mi país natal desde hace unos años, y a veces cuesta adaptarse a las formas de hacer las cosas de otros lugares. Y parece ser que el funcionamiento de los servicios de reparaciones de ordenadores en garantía es de esas cosas que funcionan de una manera... diferente, por decirlo de alguna manera. En resumen, que a día de hoy sigo esperando mi máquina, y os aseguro que ardo en deseos de agarrar mi cacharro de nuevo, en especial por lo que os voy a contar a continuación.

Y es que la segunda razón de mi desaparición temporal es de bastante más alcance e interés para vosotros. Por que, aunque no tenga PC, podría haber seguido escribiendo cosas (como estoy haciendo ahora, con un portátil "gama baja" que no me da para editar vídeo, pero sí para garrapatear unas líneas en Blogger), y no lo he hecho. Y es que he estado liado en algo que seguramente va a dar que hablar en las próximas semanas, al menos en el ámbito del software libre. No puedo entrar en detalles, pero ya os adelanto que lo que me ha mantenido apartado de unade25 está muy, pero que muy relacionado con lo que se comenta aquí. Y si sois seguidores de otros blogs relacionados con el software libre, seguramente leeréis misteriosos artículos similares a este en los próximos días.

Algo se cuece... seguid atentos al blog; os iré contando cuando pueda para manteneros al tanto, y prometo subir más vídeos en cuanto tenga oportunidad. Pero tened por seguro que, pese a las dificultades y a los accidentes, este blog continuará adelante. Tened paciencia, y preparaos, que se avecinan tiempos moviditos.