¿Por qué Ubuntu tiene sabores y no ofrece un «netinstaller» como Debian o EndeavourOS?
La semana pasada llegó la versión estable de Ubuntu 23.04, y junto a ella dos nuevos sabores que se suman al Ubuntu Unity que llegó seis meses antes. En total ya son 11, y da hasta pereza investigar cuál nos gustaría más, realizar la instalación de cero… Hay usuarios que se preguntan, o más bien desearían, que Canonical hiciera como Project Debian o los desarrolladores de EndeavourOS: ofrecer la posibilidad de instalar los escritorios desde un único instalador. ¿Por qué no existe esta posibilidad?
En un principio, la respuesta la encontramos en las filosofías de cada proyecto. Debian es uno, un proyecto para dominarlos a todos. El mencionado EndeavorOS es un poco lo mismo, y además basado en Arch Linux que tienden a tirar más por la base del software. Canonical es una compañía, crea un sistema operativo (Ubuntu), se centra en la versión principal (GNOME) y supervisa o mira de reojo a los sabores oficiales, que son llevados por proyectos cuasi-independientes.
No es lo mismo instalar un escritorio en Ubuntu que usar una opción con más personalización
Pongamos un ejemplo, el de Kubuntu. Kubuntu es Ubuntu (todos lo son), pero no es Ubuntu + KDE/Plasma; es Ubuntu de base, sí usa software de KDE, incluido su escritorio, pero el resultado de usar la ISO de Kubuntu es muy diferente a lo que obtendríamos si instaláramos KDE desde un instalador general, también conocidos como netinstaller. Kubuntu lo mantiene el proyecto KDE, y también son ellos los que deciden el diseño que debe tener, aplicaciones instaladas por defecto, temas y todo lo demás. Tienen que hacer lo que les diga Canonical, como incluir Firefox como Snap, pero para el resto tienen cierta libertad.
Plasma es desarrollado por KDE, pero Plasma por defecto no es lo que vemos en Kubuntu. Detalles como el logotipo del panel inferior son un buen ejemplo, un ejemplo pequeño, pero una muestra de a lo que me refiero. ¿Qué gana Canonical con esto? Su intención no es confundir a los usuarios; es que tengamos una opción más pulida que si se usa algo por defecto, y delegar responsabilidades y trabajos a equipos que controlan mejor cada uno de los terrenos. Y para ello, Ubuntu Cinnamon se ha pasado 4 años demostrando que es capaz de mantener su sabor y que lo hace con garantías.
¿Podría haber un netinstaller?
Pues sí, y debería, pero explicando cómo funciona. Básicamente que instalaremos el escritorio, pero en su forma más pura. Que instalando Xfce no obtendremos lo mismo que si usamos la ISO de Xubuntu, ni instalando Budgie obtendremos algo con una interfaz tan perfecta como la de Ubuntu Budgie. Eso y que también estaremos instalando los paquetes necesarios para que funcione cada uno de los escritorios.
Ubuntu 23.04 ha llegado con una opción a la que llaman Mini-ISO, y podría ser un primer paso para crear su propio netinstaler. Ahora mismo, su funcionamiento es otro: se elige la versión de Ubuntu que queremos instalar, la descarga a la RAM y tenemos una Live Session de Ubuntu 22.04, 22.10 o 23.04. Pero esto no es lo que piden algunos usuarios de la comunidad.
Si Ubuntu ofreciera este medio de instalación, nos podría ahorrar trabajo a algunos usuarios, sobre todo si, además de un escritorio, se instalan paquetes adicionales para que todo quede bien. Así lo hacen otros, por lo que debería ser posible con el de Ubuntu. Yo votaría por que sí lo crearan, pero quizá también porque siguieran existiendo los diferentes sabores. De hecho, Debian también ofrece diferentes ISOs, aunque ellos lo llaman Live Images. Ofrecen imágenes ya preparadas para instalar Debian con GNOME, Cinnamon, KDE, LXDE, LXQt, MATE y Xfce, además de la opción estándar. Serían 7 sabores, «sólo» 4 menos que Ubuntu, y en esos 4 hay una opción para la educación, otra para creadores de contenidos y otra para los usuarios de China.
Los matices y la semántica
Esta es una cuestión de pequeños matices y el uso de la semántica. Canonical publicita por todos los medios que existen los «Ubuntu Flavors» (sabores de Ubuntu), y los medios nos hacemos eco de ello. Debian prefiere ser un sólo proyecto y sus ISO reciben el nombre de Live Images. En cuanto a los matices, no es lo mismo instalar sólo un escritorio a que un proyecto cree una imagen más personalizada y consistente.
Ahora bien, insisto: mi voto es para que sí exista esa imagen en la que se elige qué se instala, por lo menos si se hace bien.