Segunda parte de la biografía de Stallman.
Como una forma de mandarle nuestros mejores deseos de recuperación al padre del software libre y festejar los 40 años del proyecto GNU estamos haciendo una breve biografía de Richard Stallman.
Lo habíamos descripto como un niño interesado por los ordenadores y un adolescente que pasaba su tiempo libre asistiendo a cursos universitario o trabajando de voluntario en laboratorios de biología. Sus años universitarios lo pusieron en contacto con la comunidad hacker de Boston y lo impulsaron a abandonar la Física para centrarse en la programación.
Segunda parte de la biografía de Stallman
En el principio todo el software era libre. Los programadores compartían libremente la información hasta que las empresas lo convirtieron en productos redituables y aparecieron las licencias privativas. El joven Stallman había trabajado en empresas donde había reglas estrictas sobre la asignación de quipos y estas se basaban más en el estatus que en las necesidades.
En el Laboratorio de Inteligencia Artificial del MIT, RMS se encontró una situación completamente diferente. Si un jefe guardaba un equipo bajo llave y alguien más bajo en el escalafón lo necesitaba, literalmente tiraba su puerta abajo. Años después el propio Stallman describió el ambiente así:
…esta decisión de tirar las puertas no era algo extraño, era parte integrante de toda una forma de vida. Los hackers del laboratorio de IA estaban muy inspirados para escribir software bueno e interesante. Y era porque estaban tan entusiasmados por hacer más trabajo, que no aguantaban tener el hardware bloqueado, o muchas otras cosas que la gente podía hacer para impedir que se haga el trabajo.
También explicó cuál era la forma de trabajo.
…tampoco permitíamos que ningún jefe o profesor determinara cuál tarea se iba a realizar, porque nuestra misión era hacer mejor a todo el sistema. Escuchábamos a los usuarios, por supuesto; si no lo haces, no puedes decir lo que se necesita. Pero después de hacer eso, éramos los más indicados para ver qué tipo de mejoras eran posibles, y siempre estábamos charlando entre nosotros sobre cómo nos gustaría ver el sistema cambiado, y qué tipo de ideas interesantes habíamos visto en otros sistemas y que podríamos adaptar.
Cambio de cultura
Sin embargo, los viejos compañeros de Richard Stallman se fueron retirando seducidos por los mejores salarios de la acividad privada y fueron reemplazados por otros que traían una cultura diferente. Richard lo contó así:
Básicamente todos los desarrolladores competentes excepto yo, en el laboratorio de IA consiguieron otros trabajos, y esto causó más que un cambio momentáneo, provocó una transformación permanente porque quebró la continuidad de la cultura de los hackers. Los nuevos hackers siempre se sentían atraídos por los hackers más viejos; teníamos los equipos más divertidos y las personas que hacían las cosas más interesantes, y también una cultura de la que era muy divertido ser parte. Una vez que estas cosas se perdieron, ya no quedaba nada que atrajera al lugar a nadie nuevo, así que los hackers nuevos dejaron de llegar. No había nadie a quién pudieran tomar de modelo, nadie que les pudiera enseñar esas tradiciones. Además, nadie de quien aprender a hacer software de calidad. Con sólo un pequeño grupo de profesores y estudiantes graduados, que realmente no tenían idea de cómo hacer que un programa funcione, no puedes aprender a hacer que los buenos programas funcionen.
Uno de los cambios introducidos por las nuevas autoridades fue instalar un sistema de control de accesos usando contraseñas. RMS logró descubrir las de todos sus compañeros y les envió un mensaje con la contraseña y la sugerencia de dejarlas en blanco para permitir el acceso anónimo. Aunque el 20 por ciento de sus compañeros le hizo caso, las contraseñas se quedaron.
Mientras tanto, un programador llamado Brian Reid desataba las iras de RMS al poner restricciones de software a quienes accedieran sin licencia a un lenguaje de procesamiento de textos llamado Scribe.Stallman lo calificó de «Crimen contra la humanidad.
En el próximo artículo veremos la gota que rebasa el vaso y hace que Stallman abandone el labortorio.