Seguridad nacional o tecnología moderna. Esa es la cuestión
Seguridad nacional o tecnología de útima generación. Uno podría preguntarse por qué no podemos tener ambos cosas. Pero, eso sería tema para otro tipo de blog. La realidad es que a raíz de la prohibición del gobierno australiano a dos empresas chinas, ZTE y Huawei, de participar en el despliegue de la red 5g, un instituto decidió incluir el tema en su encuesta anual.
La discusión no forma parte del debate entre los candidatos presidenciales argentinos. Tampoco parece haber formado parte del proceso electoral en España ni en ninguno de los países de Iberoamérica que fueron o están a punto de ir a las urnas. Es por eso, que a falta de datos locales debemos sacar conclusiones basándonos en el país de los canguros.
Debemos señalar que la encuesta con la que estamos trabajando fue realizada por un instituto de relaciones públicas y no por una empresa de tecnología.
Seguridad nacional o tecnología. Lo que piensan los australianos encuestados
A la hora de decidir a qué empresas extranjeras se les debe permitir suministrar nueva tecnología para servicios importantes, el 44% de los australianos encuestados dicen que la primera prioridad del gobierno debe ser “proteger a los australianos de la intrusión de un Estado extranjero”.
Por otro lado, un número significativamente menor (28%) cree que la primera prioridad del gobierno debería ser llevar la tecnología más modenra a Australia o mantener los precios bajos para los consumidores.
Los porcentajes totales varían cuando se los analiza por edad..
Entre los jóvenes de 18 a 29 años, sólo el 34% desea que el gobierno se centre en la protección, mientras que el 36% y el 28%, respectivamente, desean una tecnología más moderna o precios más bajos.
Entre las personas de más de 65 años el 51% piensa que el eje debe estar puesto en la protección Por su parte, el 22% y el 26%, respectivamente, desean una tecnología más moderna o precios más bajos.
Desconfianza hacia China
Aunque es la primera vez que se pregunta sobre tecnología, si se había preguntado por la visión que los australianos tenían sobre China. En el 2019, la confianza y la simpatía hacia China están en su punto más bajo en la historia de la encuesta. Sólo el 32% de los australianos dicen que confían en que China actúe de forma responsable en el mundo. Eso es 20 puntos menos que el año pasado.
Sólo el 30% de los australianos tiene “mucha” o “algo” de confianza en que el presidente chino Xi Jinping haga lo correcto en los asuntos mundiales, una caída de 13 puntos.
Por otra parte, la mayoría de los australianos dicen que la economía australiana depende demasiado de China y que Australia debería hacer más para resistir las actividades militares de China en la región. Los australianos suelen desconfiar bastante sobre la inversión china en Australia y las intenciones de China en el Pacífico”.
Una sólida mayoría de australianos cree que los proyectos de inversión en infraestructura de China en Asia forman parte de los planes de dominación regional de China (79%). Poco más de la mitad está en desacuerdo con la afirmación. Ellos piensan que los proyectos de inversión en infraestructura de China en Asia son buenos para la región (52%). Una parte importante de esa inversion son los enlaces internacionales de fibra óptica y tecnología 5G.
Según los autores del informe:
Los australianos pueden considerar nuestra relación con nuestro mayor socio comercial, China, como una prioridad similar a la de Estados Unidos, pero sólo el 4% dice que China es nuestro mejor amigo.
Este número se ha reducido a la mitad desde 2017. El número de australianos que dicen que Estados Unidos es nuestro mejor amigo es ahora cinco veces mayor que el número de los que nominan a China. Sólo el 2% ve a Japón y el 1% a Indonesia como el mejor amigo de Australia.
¿Y por casa como andamos?
Es evidente que ninguno de nuestros países se encuentra en una situación estratégica similar a la de Australia con respecto a China. Pero, cambiemos al país por la megacorporación que ustedes quieran y hagámonos la pregunta. ¿Queremos la privacidad de nuestros datos o el acceso a la última tecnología.
En realidad, hay una forma en la que podemos tener las dos cosas. Es exigir a nuestros gobiernos que toda la infraestructura que se instale, se haga utilizando hardware y software que esté bajo licencias de código abierto.
El artículo Seguridad nacional o tecnología moderna. Esa es la cuestión ha sido originalmente publicado en Linux Adictos.