systemd 259 incluye soporte para musl y mejora la seguridad elevando los requisitos

systemd 259 ya ha sido publicada como la nueva versión estable del conocido framework de sistema, el cual es una pieza nuclear de la mayoría de las distribuciones Linux más populares. Con su enfoque altamente técnico y su tendencia a “fagocitar” cada vez más características y componentes, procedemos a mencionar los aspectos más importantes de este lanzamiento.
La novedad más importante, aunque ha llegado en fase experimental, es el soporte para musl, la biblioteca de C que es dentro de Linux el mayor competidor del conocido glibc. systemd ha sido acusado muchas veces de ser un componente excluyente en este sentido debido a que estaba fuertemente atado a glibc, por lo que este añadido abre la puerta a la implementación de otra biblioteca de C que no sea la del proyecto GNU.
En segundo lugar está que los componentes systemd-boot (gestor de arranque para UEFI) y systemd-stub (componente que permite el arranque en UEFI) han perdido el soporte para TPM 1.2, por lo que systemd solo soportará a partir de este lanzamiento TPM 2.0 con el fin de mejorar la seguridad. La nueva versión del framework obliga a cambiar la placa base si se quiere utilizar la mencionada característica de seguridad, si bien en entornos domésticos y a la hora de usar Linux es normal encontrarse con Secure Boot y TPM desactivados, algo a lo cual se pueden añadir los problemas que provoca el propio TPM tanto en Linux como en Windows.
No podíamos olvidarnos de run0, el sustituto de sudo desarrollado para systemd que pretende mejorar a nivel de seguridad frente a la herramienta que está asentada como el estándar de facto para elevar privilegios en GNU/Linux. En este caso nos encontramos con la incorporación del argumento --empower, que se encarga de iniciar una nueva sesión con privilegios elevados sin tener que emplear de manera directa el usuario root. Evitar la utilización del usuario root siempre es deseable, pero eso no quiere decir que todas las vías para lograrlo estén bien hechas.
Y como última novedad a destacar está el hecho de que systemd-oomd ha incorporado las propiedades OOMKills y ManagedOOMKills para contar el número de procesos eliminados por el kernel o el propio systemd-oomd. Esta característica se acciona principalmente cuando un proceso “devora” la RAM, provocando la muerte de dicho proceso con el fin de evitar que el sistema colapse.
systemd 259 tiene como como requisitos mínimos glibc 2.34, libxcrypt 4.4.0, util-linux 2.37, OpenSSL 3.0.0, cryptsetup 2.4.0, libseccomp 2.4.0, Python 3.9.0 y Linux 5.10, aunque la versión del kernel recomendada es la 5.14.
Como ya hemos dicho, systemd es un componente muy técnico y además con un desarrollo extremadamente activo, por lo que cada lanzamiento incorpora una gran cantidad de novedades que abarcan un enorme número de áreas, así que invitamos a ver el anuncio de lanzamiento a todas las personas que quieran saber todos los detalles sobre la versión 259.
Si bien su desarrollo es extremadamente activo, la actualización de systemd no suele ser algo crítico para los usuarios, sobre todo si estos emplean distribuciones de lanzamiento puntual que mantienen de manera estanca la misma versión del framework durante todo el ciclo de vida del sistema. Sin embargo, en este mundillo siempre hay personas que quieren tener lo último de lo último a cualquier precio, así que en esos casos siempre es preferible apostar por alguna distribución de lanzamiento continuo como Arch Linux u openSUSE Tumbleweed. Fedora no actualiza la versión mayor de systemd durante el ciclo de vida de una versión.
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