El próximo cese de soporte para Windows 10 está generando inquietud entre usuarios y empresas que siguen usando este sistema operativo en sus ordenadores. Microsoft ha confirmado que dejará de lanzar nuevas actualizaciones de seguridad para Windows 10 el 14 de octubre de 2025. A partir de ese momento, el sistema operativo quedará sin protección ante vulnerabilidades y problemas de compatibilidad, salvo en situaciones muy concretas y bajo condiciones especiales.

El cambio afecta a millones de dispositivos, muchos de ellos en perfecto estado de funcionamiento que dejarán de recibir soporte pese a no poder actualizar a Windows 11 por las nuevas restricciones técnicas impuestas por Microsoft. El debate sobre la obsolescencia y el impacto medioambiental vuelve a estar sobre la mesa, ya que se estima que cientos de millones de ordenadores podrían quedarse sin protección o sin las funciones más recientes.

¿Qué supone el fin de Windows 10 para los usuarios?

La medida tomada por Microsoft implica que Windows 10 dejará de recibir parches y funciones nuevas, aumentando notablemente la exposición a bugs o amenazas de seguridad. Por ejemplo, la reciente actualización KB5062554 ha roto funciones como el selector de emojis, lo que demuestra la dependencia que tienen los usuarios de las correcciones que van llegando.

Además, no todos podrán actualizar a Windows 11. Los requisitos de hardware para esta versión son más estrictos, exigiendo procesadores y tecnologías como TPM 2.0 que muchos equipos antiguos no tienen. Esto deja fuera de la actualización a una gran cantidad de usuarios, desde pequeñas empresas hasta centros educativos o particulares.

Organizaciones como The Restart Project han lanzado iniciativas para acompañar a los usuarios durante el proceso de cambio, proponiendo alternativas como la instalación de Linux o el reacondicionamiento de dispositivos para evitar el desperdicio tecnológico.

Microsoft 365 y otras aplicaciones: cambios en el soporte

Microsoft 365, la suite ofimática más popular, también sufrirá cambios importantes en Windows 10. Aunque la compañía mantendrá las actualizaciones de seguridad hasta octubre de 2028, las nuevas funcionalidades de Office y otras apps solo seguirán llegando hasta 2026 para usuarios particulares y hasta 2027 para empresas. Después de esas fechas, el software seguirá funcionando, pero sin novedades y con un soporte técnico mucho más limitado.

Lo mismo sucede en el mundo de los videojuegos, donde desarrolladoras como Square Enix han anunciado el fin del soporte para títulos populares en este sistema operativo. Por ejemplo, Final Fantasy XIV recibirá su última actualización en Windows 10 el mismo día que termine el soporte oficial del sistema, aunque los usuarios podrán seguir jugando, se enfrentan a una mayor probabilidad de errores y falta de asistencia ante problemas técnicos.

Alternativas para quienes no pueden actualizar a Windows 11

Ante esta situación, Microsoft ofrece algunas opciones para prolongar el uso de Windows 10, aunque la mayoría están pensadas para empresas y grandes organizaciones, no para usuarios particulares. Se podrá acceder a un año extra de actualizaciones pagando una cuota o canjeando recompensas, y para empresas existe el Programa de Actualizaciones de Seguridad Extendida (ESU), con precios crecientes por año.

Para quienes no quieran o no puedan asumir estos costes, existen alternativas como migrar a sistemas basados en Linux. Diversos colectivos están promoviendo talleres y eventos de instalación de Linux, una opción que puede prolongar la vida útil de equipos que de otra forma serían descartados, ofreciendo además fiabilidad y actualizaciones gratuitas.

¿Qué ocurrirá con las versiones especiales de Windows 10?

También hay que considerar las versiones menos habituales como Windows 10 LTSB/LTSC (Long-Term Servicing Branch/Channel), orientadas a entornos empresariales y dispositivos críticos que demandan mayor estabilidad y soporte. Algunas de estas ediciones también verán finalizados sus ciclos de soporte, especialmente la versión 1507 LTSB, cuyo fin está igualmente fijado para octubre de este año.

Otras variantes de LTSC seguirán recibiendo soporte durante más tiempo, pero es recomendable planificar la migración a alternativas más actualizadas, como Windows 11 LTSC, o explorar el uso de otros sistemas operativos para evitar quedarse atrás en actualizaciones y seguridad.

El final del soporte de Windows 10 representa un cambio de etapa para uno de los sistemas operativos más utilizados del mundo. Quienes puedan actualizar a nuevas versiones tendrán garantizado el acceso a las últimas funciones y parches. Por otro lado, millones de usuarios deberán valorar si recurren a extensiones de pago, alternativas gratuitas o, simplemente, continúan utilizando Windows 10 asumiendo los riesgos que esto implica.