Linux Adictos Diego Germán González  

Tres decenios con Linux. Así llegamos hasta aquí.

3 decenios con Linux

En la década del 80 surgió un nuevo género editorial, las autobiografías de líderes empresarios. Con la ayuda de alguien que supiera escribir, estas personas compartían su sabiduría sobre como alcanzar el éxito. Años después esos libros solo servían para sostener mesas con una pata más corta. Muy pocos de esos empresarios fueron capaces de seguir siendo exitosos cuando las condiciones del mercado cambiaron.

Lo mismo sucedería algunos años más tarde con las empresas de tecnología.

Tomemos, por ejemplo, el caso de Yahoo! La empresa que lideraba los servicios online en los noventa no pudo competir con la oferta de Google en la década siguiente. O, IBM, que siendo líder de la computación personal y corporativa terminó vendiendo su división de notebooks a Lenovo. y, dos decenas de años después, comprando Red Hat para poder competir con Amazon en el negocio de la computación en la nube.

Esta recopilación que estamos haciendo de tres décadas con Linux no pretende ser una crónica histórica exacta. Nuestro objetivo es demostrar como un cambio de época hizo que las características del software libre y de código abierto lo volvieran más atractivo que el software privativo. Pero, hay que tener en claro que las cosas pueden volver a cambiar y, que los mismos que hoy son entusiastas sostenedores de licencias abiertas pueden fácilmente volver a un modelo privativo.

3 decenios con LinuxTres decenios con Linux. La tecnología cliente servidor

Habíamos dejado nuestra historia en el año 92 con la aparición de la primera distribución Linux en usar un cedé como medio de instalación. Vamos a olvidarnos por ahora del usuario doméstico y retroceder una década para hablar de los servidores.

Los sistemas cliente-servidor comenzaron a surgir en los Estados Unidos a principios del decenio de 1980, cuando la informática pasó de los grandes ordenadores centrales a un procesamiento distribuido que utilizaba múltiples estaciones de trabajo o computadoras personales. El nuevo modelo se convirtió rápidamente en la columna vertebral de las soluciones tecnológicas adoptadas por las grandes organizaciones. Gran parte del éxito se debió a Unix, un sistema operativo desarrollado por Ken Thompson y Dennis Ritchie en 1969. No nos detendremos en Unix y su relación con Linux porque el tema merece su propio post.

Básicamente las estaciones de trabajo eran equipos muy potentes destinados a tareas específicas que exigían muchos recursos informáticos.

A principios del decenio de 1990, el crecimiento del mercado de las estaciones de trabajo disminuyó debido a la creciente potencia y el rendimiento de las computadoras personales, Para mediados de la década ya estaba en franco declive.

Buscando un nuevo mercado, los fabricantes encontraron el de los servidores. Es decir, computadoras que permitían compartir sus recursos informáticos con los equipos conectados.

Estos equipos debían ser capaces de permitir conexiones con múltiples clientes sin perder potencia de procesamiento. Al mismo tiempo tenían que ser estables, resistentes a los fallos, escalables y conectables a múltiples dispositivos de almacenamiento. Su sistema operativo tenía que ser capaz de funcionar sin interrupciones perceptibles.

En 1992 se introdujo la versión V de Unix con soporte para múltiples microprocesadores. Esto permitió aumentar el rendimiento y la confiabilidad de los equipos.

Para 1993 casi todos los fabricantes de servidores estaban usando una variante de Unix. Fue entonces que Microsoft decidió entrar en el mercado.

La empresa introdujo Windows NT 3.1. Esta nueva edición de su sistema operativo tenía versiones para computadoras de escritorio y servidores. Aunque nunca logró imponerse en el sector de los servidores, Windows NT 3.1 fue la base de Windows XP, el sistema operativo que aseguraría el liderazgo de la firma en la computación personal.

Dos años antes de que sucediera esto, un estudiante de informática de la Universidad de Helsinki decidió escribir el núcleo de un sistema operativo que le permitiera aprovechar toda la potencia del procesador de su nueva computadora. Se llamaba Linus Torvalds.

Torvalds publicó por primera vez el núcleo de Linux bajo su propia licencia que ponía restricciones a su distribución comercial. En versiones posteriores pasaría a hacerlo bajo la licencia abierta GPL. Esta decisión sería la base del posterior éxito de Linux en los servidores.

Las excelentes prestaciones del kernel de Torvalds junto a la nueva licencia despertaron la imaginación de los desarrolladores que lo combinaron con diferentes herramientas de código abierto para crear diversas distribuciones Linux.

Al mismo tiempo, algunos proveedores de soluciones informáticas tomaron nota de que podían tener un sistema operativo ajustable a las necesidades de sus clientes sin tener que abonar onerosas licencias.

Todo estaba listo para el siglo XXI. Pero, de eso hablaremos en el próximo post.

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