Wayland en KDE Plasma progresa adecuadamente, pero necesita mejorar
¿Cómo va el soporte de Wayland en KDE Plasma? Hace un par de semanas que salió KDE Plasma 5.21 y de todas sus novedades, a la que menos espacio le dedicamos fue a esta, porque no suele haber mucho que contar: «se mejora el soporte, ahora se permite hacer esto, se han corregido errores al hacer esto otro…». Es todo tan vago que solo notas los cambios cuando lo usas. Y eso llevo haciendo yo las dos últimas semanas.
Sé que hablamos bastante de Wayland de un tiempo a esta parte, pero está justificado: el nuevo servidor gráfico lleva más de una década en el horno para sustituir al vetusto pero competente Xorg, y parece que ese momento no llega nunca. Al menos, para el grueso de los usuarios. De las grandes distros, solo Fedora y RHEL se han animado a ponerlo por defecto y solo con GNOME. Ubuntu se plantea hacerlo en su próxima versión, de igual modo, solo en su edición principal con GNOME.
Tampoco es un misterio: GNOME es el entorno de escritorio que más ha avanzado con el soporte de Wayland y aunque hace varias versiones que Fedora se atrevió a ponerlo como sesión predeterminada, con cada nueva que se lanza se nota que todo funciona mejor. Al punto de que si no te dicen qué estás usando, ni piensas en ello porque prácticamente no se percibe… con excepciones cada vez más excepcionales, cabe apuntar. En KDE Plasma la situación es diferente.
Wayland en KDE Plasma, mi experiencia
Pues eso: el soporte de Wayland en KDE Plasma lleva tiempo en desarrollo y los avances son significativos: de ser una bomba de relojería a poder utilizarse casi sin problemas. Y todo esto en el último año. O esa es mi experiencia. Con cada nueva versión de KDE Plasma que salía, le daba la oportunidad a Wayland y poco me duraba, porque siempre había algo que fallaba estrepitosamente o alguna función que, simplemente, no funcionaba. Y cuando una función no funciona… malo por definición.
Con KDE Plasma 5.20, pero sobre todo con KDE Plasma 5.21, el avance que he observado es importante. De hecho, esta última versión es la única que he podido utilizar más de un rato antes de regresar a Xorg, y no por poco: en estas dos semanas apenas he cambiado de vez en cuando a Xorg, por los motivos que ahora comentaré. Porque sí, Wayland en KDE Plasma ha mejorado un mundo, pero Xorg se sigue mostrando como una alternativa más estable e igual de responsiva.
Por eso me vuelvo ya a Xorg, pero no quería dejar de comentar algo por estos lares sobre mi experiencia con Wayland en KDE Plasma 5.21 y la frase que mejor lo resume es la de «progresa adecuadamente, pero necesita mejorar«, calificativos que sonarán a quienes estudiaron en España hace ya bastantes años. Para los demás, digamos que en lugar de ponerte una nota numérica, cuando estabas entre el suspenso y el aprobado raso, te marcaban con el uno o el otro.
Pues bien, Wayland en KDE Plasma mejora adecuadamente, pero necesita mejorar. Mi experiencia durante este par de semanas ha sido de regocijo por lo bien que iba… en comparación a mis experiencias anteriores: los principales componentes del escritorio funcionan bien, los efectos también, las aplicaciones de KDE apenas dan fallos… Todo muy correcto; tanto, que si no pasas un buen rato toqueteando cosas o trabajando con normalidad, no percibes diferencias con respecto a Xorg. Como mucho, algún parpadeo o inconsistencia visual puntual.
Una vez confirmas que Wayland en KDE Plasma aguanta entero sin resquebrajarse por ningún lado y te lanzas a usarlo con normalidad, comienzas a detectar los problemas con el servidor gráfico, sea por inconsistencias o por errores específicos según la aplicación o función. He recopilado varios y alguno me pone tan nervioso que hasta que no se resuelva no vuelvo a Wayland, aunque mi esperanza es que este 2021 se estabilice todo al nivel que ofrece GNOME, que tampoco es perfecto, pero se le acerca.
Errores… Por ejemplo, lo hay al modificar los complementos del panel e incluso con los menús contextuales, obligándote en ocasiones a repetir la acción (por ejemplo, anclar una aplicación); parpadeos al acoplar unas ventanas con otras en modo mosaico y redimensionarlas… Detalles que se tienen que mejorar, pero que son poca cosa y se pueden pasar por alto en un momento dado.
Por cierto, un consejo para quien haya probado la sesión con Wayland y los efectos de las ventanas funcionen como a golpes: KDE Plasma 5.21 añadió una opción en la composición para atenuar este efecto, valga la redundancia, y para mí ha sido imprescindible para poder usarlo con comodidad: en «Preferencias del sistema > Pantalla y monitor > Compositor», cambiar la opción por defecto «Balance de latencia y suavidad» por «Preferir animaciones más suaves».
Siguiendo con los errores, uno que ya ha sido resuelto (esta semana salió la primera versión de mantenimiento de KDE Plasma 5.21) era que Spectacle, el capturador de pantalla, se quedaba en Babia al intentar hacer una captura de región rectangular. Hay otro que afecta a las notificaciones de Telegram (las nativas de Plasma, ya que las de Telegram no funcionan en Wayland), y es que al pulsar sobre ellas no responden; pero parece que se trata de un fallo específico de Telegram.
Básicamente, son este tipo de cosas las que fallan: pequeñas funciones en aplicaciones que en principio no son una hecatombe, algún juego que ni siquiera arranca… Cuando lo sumas todo, carga bastante.
La que más me ha molestado y por esa si que no paso, es la pérdida de la copia intermedia de texto. Como sabéis, en Linux -en KDE siempre ha funcionado estupendamente- puedes copiar texto de la manera tradicional, seleccionándolo y copiándolo con el menú contextual de la aplicación o con una combinación de teclas; pero también pudes seleccionarlo y pegarlo directamente con el botón central del ratón. Yo esto lo uso a saco y en Wayland solo me funciona en la misma ventana.
Al margen de un caso tan específico, otro error insalvable -para mí y para muchos otros usuarios- con el que me he topado al usar Wayland en KDE Plasma es la configuración con más de un monitor, que es verdad que ha mejorado muchísimo, pero que tiene que mejorar mucho más porque tal y como está es impracticable: es imposible asignar un monitor principal, cambiar la distribución de las pantallas puede reventarte el escritorio… Un desastre.
No lo he dicho, pero el equipo con el que lo he probado lleva KDE neon (es decir, con los últimos parches disponibles) y de gráfica una integrada de Intel totalmente compatible con Linux. Volveré a probar Wayland en KDE Plasma con la siguiente versión del escritorio, a ver qué tal. De momento, recomiendo echarle un vistazo para comprobar su estado de primera mano, pero Xorg sigue siendo la apuesta segura.
Tengo la duda sincera de si Fedora 34 se atreverá a servir su spin de KDE Plasma con Wayland por defecto, porque lo veo muy arriesgado y un experimento que no tiene mucho sentido. Ya veremos.