¿Tienes problemas para instalar o actualizar Firefox? ¿Por qué no usas la versión en binarios?
Firefox es el navegador que viene instalado por defecto en Ubuntu y otras muchas distribuciones Linux. Por lo general, no suele haber problemas a la hora de instalar o actualizar el navegador, pero he leído varias veces a usuarios decir que no se puede actualizar, por ejemplo, en Linux Mint. En las distribuciones que todo va como debe, Mozilla entrega la nueva versión de Firefox a Canonical y, poco tiempo después, la compañía que dirige Mark Shuttleworth la sube a los repositorios oficiales, pero puede ser buena idea olvidarnos de los repositorios.
Por lo que parece, muchos (o algunos) usuarios de Linux no saben que hay una opción disponible en la página web de Mozilla que evitará cualquier problema con los repositorios. Se trata de la versión en binarios de Firefox, algo así como una versión portable del navegador que funciona perfectamente y se actualiza desde el mismo programa, tal y como se actualizan las versiones para Windows y macOS. A continuación os explicaremos todo lo que tenéis que saber para usar esta versión menos conocida que podría solucionar todos vuestros problemas.
Firefox en binarios podría ser la solución que buscas
Antes de seguir, tenemos que explicar un poco qué pasa con las actualizaciones. Si abrimos el navegador que hay instalado por defecto en X-buntu y vamos a Ayuda/Acerca de Firefox, veremos que aparece el nombre del programa, la versión y, más abajo, “Mozilla Firefox for Ubuntu – canonical 1.0”. Ese texto significa básicamente que estamos usando Firefox y usando el canal de actualizaciones oficial de Canonical para las versiones estables; el canal oficial de Canonical para distribuir software es vía repositorio.
Ahora bien: si descargamos la versión que nos ofrecen en su página web, así como la Beta o Nightly, en el mismo apartado aparece “Estás usando el canal beta/nightly para actualizar” y, nada más acceder al apartado, veremos que busca si hay nuevas versiones, las descarga y nos pide un reinicio para aplicarlas. Esto también aparece en la versión que descargamos desde la página web oficial, con la diferencia de que no menciona ningún canal, sencillamente porque estamos usando el canal para actualizar la versión estable. Como hemos mencionado anteriormente, el método para actualizar es desde el navegador.
Explicado lo anterior, los pasos a seguir para disfrutar de un Firefox siempre actualizado sin depender de los repositorios serían los siguientes:
- Desinstalamos la versión de Firefox que nos da problemas. Si no lo tenemos instalado, pasamos al siguiente paso.
- Vamos a la página web oficial y descargamos la versión del navegador que nos ofrece. Nos descargará un archivo que en el momento de escribir estas líneas es firefox-68.0.2.tar.bz2.
- Descomprimimos el archivo descargado en el paso 2. Bastará con hacer doble clic sobre él para que nos abra el programa compatible para descomprimir archivos .tar.bz2.
- Ahora tenemos dos opciones:
- La opción oficial para instalar un programa en binarios se consigue escribiendo estos comandos (en el primero, cambiando la ruta a la carpeta):
cd /directorio/firefox/descargado ./configure make sudo su make install
-
- La otra opción es usar los binarios sin instalarlos. Para ello podemos simplemente hacer doble clic sobre el archivo “firefox” que hay dentro de la carpeta descomprimida en el paso 3.
Usarlo como versión “Portable”
Si la instalación os falla o queréis usar los binarios tal y como los habéis descargado, unos consejos para iniciarlo más rápido son ocultar la carpeta descargada y crear un archivo .desktop para añadirlo al menú de aplicaciones y/o dock. Ocultar una carpeta es tan sencillo como cambiarle el nombre añadiéndole un punto delante. Para crear el archivo .desktop bastará con crear un archivo de texto que contenga lo siguiente:
[Desktop Entry]
Exec=/ruta/a/firefox/firefox
GenericName[es_ES]=Firefox
GenericName=Navegador web Firefox
Icon=/ruta/a/icono/firefox.png
Name=Firefox
Terminal=false
Type=Application
De lo anterior, lo más importante es que en “Exec” y en “Icon” le pongamos la ruta correcta a nuestro Firefox y al icono que le hayamos configurado; podéis encontrar todos los que queráis haciendo una búsqueda por internet (se recomienda buscar archivos png). Después de crear el archivo .desktop, hay que hacer clic derecho sobre él, darle permisos para que se ejecute como un programa y ponerlo en /home/vuestro-usuario/.local/share/applications, con lo que aparecerá en el menú de aplicaciones.
Con cualquiera de las dos opciones anteriores tendremos un Firefox oficial que se actualizará desde el mismo navegador sin pasar por ningún repositorio, por lo que (se supone) evitaremos problemas como los que se experimentan en Linux Mint. ¿Te ha servido lo explicado en este artículo?