Corea del Sur se plantea reemplazar Windows por Linux
Con Windows 7 oficialmente fuera del mercado tras llegar a su fecha fin de ciclo, las organizaciones tienen que empezar a plantearse su relevo. Aparte de poder adquirir el soporte extendido, está claro que la mayoría migrará a Windows 10, otros están saltando a Mac y el gobierno de Corea del Sur se ha planteado pasarse al escritorio GNU/Linux.
No es la primera vez que se tiene constancia de las intenciones de Corea del Sur de migrar de Windows 7 a GNU/Linux, sobre todo porque la utilización del sistema Open Source podría redundar en una disminución de los costes al no tener que pagar licencias. Ahora tenemos más detalles sobre los planes del gobierno del país asiático, y por lo que se puede ver se trataría de un proyecto muy escalonado que culminaría en el año 2026. En caso de quedasen computadoras Windows, estas solo se usarían dentro de una Intranet, quedando aisladas del resto.
Profundizando en los detalles, el Servicio Postal pasará de Windows 7 a TMaxOS, un sistema operativo basado en Linux con tecnología de la compañía de software surcoreana TmaxSoft. El Gobierno de Corea del Sur espera con este movimiento no solo ahorrar en licencias, sino también tener más control sobre el software empleado al estar desarrollado por una compañía del mismo país. El Ministerio de Defensa Nacional y la Agencia de Policía Nacional ejecutan actualmente Harmonica OS 3.0, que está personalizado con una serie de aplicaciones coreanas, mientras que el Ministerio de Administración Pública y Seguridad instaló el sistema operativo Gooroom Cloud, desarrollado localmente y basado en Debian.
Parece que la migración de Corea del Sur a GNU/Linux, lejos de ser un brindis al sol, está tomando forma y parecer ir en serio. El tener un software que pueda ser supervisado en su totalidad por el propio gobierno es una garantía a nivel de privacidad y minimiza las probabilidades de que datos confidenciales acaben en manos extranjeras, además de abrirse la puerta a dar trabajo a desarrolladores locales y al ahorro al no tener que pagar licencias por usar los sistemas operativos.
Sin embargo, el camino a recorrer es muy largo y los planes de Corea del Sur podrían torcerse para claudicar ante la insistencia de Microsoft de pasarse a Windows 10. De hecho, ni siquiera es necesario que la migración se tuerza desde el punto de vista económico, sino que un cambio de gobierno puede ser suficiente para poner fin al proyecto, tal y como se ha visto en Múnich.