¿Por qué deberías actualizar a Ubuntu 23.10?
Hoy hace justo una semana desde que Canonical lanzó Ubuntu 23.10 «Mantic Minotaur». Es una versión provisional, «interim» en inglés, y estará soportada durante 9 meses, pero llega pisando medianamente fuerte con cambios que merecen la pena. Esta vez no se ha añadido a la lista el rendimiento mejorado, pero éste sí llegó en las versiones de GNOME 41-44, y la nueva versión del escritorio es una de las razones para actualizar desde una versión anterior.
Hay casos en los que merece la pena actualizar siempre, pero en otros podemos mantenernos cautos. El primer motivo para actualizar es para los que dan saltos de versión provisional a versión provisional: no queda otra. Y con ese punto vamos a empezar.
Actualiza a Ubuntu 23.10 si estás en 23.04
Las versiones normales, provisionales o «interim» de Ubuntu están soportadas durante 9 meses. No es un tiempo elegido al azar; son los seis meses que hay de una versión a otra y tres más para que dé tiempo a actualizar sin quedarse sin soporte.
Si estás en Ubuntu 23.04, no tienes alternativa: o actualizas a Mantic Minotaur ahora o lo haces antes de enero, momento en el que te quedarás sin soporte. Dejarás de recibir actualizaciones de todo tipo: no habrá nuevas aplicaciones ni parches de seguridad ni nada. Los repositorios se apagarán, y tus únicas opciones serán subir a 23.10 o bajar a 22.04, 20.04… Entre bajar o subir, si ya estábamos en una versión de ciclo normal, creo que lo lógico es subir.
¿Y si estoy en una versión LTS?
Yo no recomiendo subir a versiones de ciclo normal a las personas u organizaciones que se sienten bien en las LTS. Aunque hay un nuevo Ubuntu cada seis meses, muchos comparan el desarrollo de Ubuntu al de Debian, y llegan a asegurar que las versiones «de verdad» son las LTS y el resto son como las «testing» de cualquier proyecto.
En las de ciclo normal se van añadiendo funciones y novedades, y lo preparan todo para que quede perfecto en la siguiente LTS. Por lo tanto, las Long Term Support están soportadas durante más tiempo y son más estables, en parte porque todo lo que incluyen se ha probado ya en las anteriores «interim».
Si hay algo de lo que sigue por lo que algún usuario de LTS se plantee subir, que lo haga, pero quizá le merezca la pena esperar otros seis meses más y tener todo esto y lo nuevo que salga en todo este tiempo.
Motivos para actualizar a Ubuntu 23.10
GNOME 45 y algunas extensiones
GNOME 45 es por sí mismo razón más que suficiente para subir. Una vez pruebas Ubuntu 23.10 y vuelves a ver «Actividades» en el panel superior, sientes que estás dando un paso atrás importante. GNOME pasó tiempo estudiando qué hacer con esa palabreja, y la cambió por un icono que cambia dinámicamente al pasar de una actividad a otra.
Si tienes un portátil con teclado retroiluminado, hay un ajuste rápido para encenderlo/apagarlo. Hay equipos que pueden tener un atajo de teclado que es igualmente cómodo, pero si éste falla, el nuevo ajuste rápido de GNOME 45 irá de perlas. Entre otras cosas, se ha mejorado aún más el soporte para Wayland y el puntero se mueve con mayor suavidad.
La extensión más importante que ha llegado en Ubuntu 23.10 es una para apilar las ventanas, la de este enlace para ser más concretos. Son de esas cosas que, una vez las pruebas, no entiendes cómo has podido vivir sin ellas.
Firefox en versión Wayland por defecto en Ubuntu 23.10
Ubuntu hace ya tiempo que dio el salto a Wayland, pero no todo está perfecto para el servidor gráfico por el que están apostando todos los proyectos. Firefox sí lo hace, pero usaba la versión X11 por defecto. En Ubuntu 23.10 usa la Wayland, y además de mejorar el rendimiento, consume menos batería e incluso puede mostrar las imágenes más claras.
Linux 6.5 con más soporte para hardware
Linux 6.5 ofrece mejor rendimiento y mejora la autonomía en los AMD Ryzen Zen 2 y superiores, activa AMD FreeSync por defecto, directo más rápido sobreescrituras de E/S paralelas directas en EXT4 y añade compatibilidad con rumble en los mandos de Xbox. Son sólo unas pocas mejoras de las que trae, y puede que no nos digan nada, pero sí hay que tenerlo en cuenta si usamos un equipo que ha salido a la venta en los últimos 4-5 meses.
Ubuntu 23.04 usa Linux 6.2, y 6.5 salió unos seis meses después. Durante todo este tiempo se ha ido añadiendo soporte para hardware más nuevo, y Linux 6.5 es lo que usa por ejemplo MX Linux para activar el hardware en los últimos ordenadores.
Nueva aplicación para actualizar el firmware
Ubuntu 23.10 incluye una nueva aplicación para actualizar el firmware. Es probable que no lo hayas hecho nunca y jamás lo necesites, pero hay ocasiones en las que será necesario actualizar el firmware y la nueva versión es más moderna y fiable.
¿App Center?
Pueees… no. Este no es un motivo para actualizar si te lo estabas preguntando. Sí mejora mucho la Snap Store anterior, con su nuevo diseño y basada en Flutter que le hacen no consumir tantos recursos, pero sirve para lo que sirve y sigue teniendo las restricciones que su antecesora.
Permite instalar paquetes snap, su prioridad, y de Debian (DEB), pero no soporta ni se le puede añadir de manera oficial la opción de instalar paquetes flatpak. El usuario menos experimentado, el que ya usaba la Snap Store porque era lo que había, al desconocer las opciones le da lo mismo. Sí se verá beneficiado por el rendimiento mejorado, pero no es un motivo para actualizar per se.
Conclusión
Ubuntu 23.10 puede parecer una evolución natural, y así lo es. GNOME 45 es un salto adelante importante, y Canonical lo ha complementado con extensiones que mejorarán la productividad.
Pero para los usuarios que estén en una versión LTS y prefieran lo estable, Ubuntu 23.10 es una versión «de paso» que se pueden saltar perfectamente, esperar otro medio año y tener lo mismo y más, pero ya asentado.
Puedes descargar Ubuntu 23.10 Mantic Minotaur desde este enlace.