No todas las decisiones técnicas en el mundo Linux se toman por razones técnicas. En ese post veremos cómo instalar paquetes Snap en Linux Mint, cosa que no se puede hacer por defecto simplemente porque a sus responsables les salió de los cajones (De los cajones en los que guardan las especificaciones de la distribución)

En realidad, la medida tiene sentido, aunque no desde el puno de visa técnico. Su crecimiento se produjo capitalizando el descontento de usuarios con algunas decisiones de Ubuntu. Por lo que se van a seguir diferenciando sin importar si las decisiones de la distribución madre son buenas o no.

Qué son los paquetes universales

Desarrollar software es algo que lleva tiempo y dinero. Y, después de desarrollado se necesitará espacio en disco. Es por eso, que habitualmente se usa un sistema de dependencias. Para aquellas tareas comunes a diferentes programas como guardar un archivo o imprimirlo se recurren a bibliotecas ya instaladas en el sistema operativo o que el primer programa que la necesite nos permitirá que instalemos.

Sin embargo, en algunas ocasiones hay cosas más valiosas que el ahorro de espacio o el tiempo de desarrollo. Es el caso de que querramos usar un programa sin necesidad de instalarlo como los llamados programas portables o nos interese contar con la última versión de una aplicación, pero esta no sea compatible con la versión del sistema operativo que estamos utilizando.

Es en este caso que deberemos recurrir a los llamados paquetes universales. Estos paquetes contienen todo lo necesario para funcionar por lo que no realizan modificaciones en el sistema operativo. Hablamos de paquetes porque no solo se incluye la aplicación en sí sino datos necesarios para su instalación y actualización. Son universales porque se pueden instalar en cualquier distribución sin modificaciones.

En Linux existen 3 formatos de paquetes universales:

• Appimage: No necesita instalación, pero hay que actualizarlos manualmente descargando la nueva versión.
• Flatpak: No requiere permiso de administrador y suele tener las versiones más actuales.
• Snap: Además de distribuciones de escritorio se puede usar en servidores y dispositivos de Internet de las cosas. Suele ser el formato preferido de los distribuidores de aplicaciones privativas para Linux.

Linux Mint incluye soporte para Flatpak y Appimage pero bloquea por defecto la instalación de Snap.

Cómo instalar paquetes Snap en Linux Mint

Hay que decir que es posible que se produzcan algunos problemas al usar las aplicaciones, por lo que si necesitas estabilidad y paquetes Snap al vez te convenga probar Ubuntu Cnnamon Si quieres seguir adelante veamos el procedimiento para modificar el archivo de configuración.

En la terminal escribimos:

cd /etc/apt/preferences.d

Este comando nos lleva al directorio donde está el archivo que queremos sacarnos de encima

Tenemos dos opciones:

La primera es borrarlo. Para esto escribimos el comando:

sudo rm }nosnap.pref

En caso de que no quieras tomar una medida tan drástica puedes optar por moverlo a otra carpeta con el comando:

sudo mv nosnap.pref ~/Documentos/nosnap.backup

A continuación actualizamos el sistema e instalamos el soporte para la instalación

sudo apt update
sudo apt install snapd
Si quieres instalar o desinstalar programas en forma gráfica usa el comando:
sudo snap install snap-store
Puedes instalar programas manualmente con:
snap install nombre_del_programa
Desinstalarlo con el comando:
sudo snap remove nombre_del_programa
Se actualiza con:
sudo snap refresh
Para deshabilitar el soporte podemos usar el comando:
sudo apt remove –autoremove snapd
Y volvemos el archivo de configuración a su lugar con:
cd /etc/apt/preferences.d
sudo mv ~/Documents/nosnap.backup nosnap.pref

Dado que es muy raro que no haya alternativas a los paquetes Snap para instalar un programa, mi recomendación es que las  utilices o que en caso de necesitar Snap te pases a una distribución que los soporte.  También puedes probar unsnap, una herramienta que comentó mi compañero Pablinux y que convierte los paquetes Snap en Flatpak.

Afortunadamente, el mundo Linux es amplio y hay opciones para todos los gustos. Solo es cuestión de probar y encontrar la que mejor nos resulte.