Cómo instalar una máquina virtual de Windows 10 en Ubuntu
El martes, aprovechando que Canonical anunció que Ubuntu 19.04 Disco Dingo también está disponible para instalarlo en Windows 10 como máquina virtual de Hyper-V, publicamos un artículo en el que os enseñábamos cómo hacerlo. Recibimos algún comentario de que no tenía sentido, puesto que es mejor tenerlo como nativo (algo en lo que coincido), pero si existe la opción es porque a muchos usuarios sí les será útil. Otro comentario que hemos recibido es cómo hacer lo contrario, es decir, una máquina virtual de Windows 10 en Ubuntu.
El proceso para crear una máquina virtual de Windows 10 en Ubuntu es sencillo, en mi opinión mucho más sencillo que el método de hacerlo con Hyper-V. Lo único necesario será tener un DVD de Windows 10 o una imagen ISO desde donde realizaremos la instalación. Eso y el famoso software de virtualización de máquinas virtuales de Oracle, que no es otro que Virtualbox. A continuación os explicamos los pasos a seguir para conseguir ejecutar Windows 10 dentro de Ubuntu.
Máquina virtual de Windows 10 en Virtualbox
Antes de que me digáis que Windows no mola tanto como Ubuntu y cosas similares, repetir que yo coincido. Pero hay usuarios que necesitan programas de Windows y no quieren cambiarlos, como algunas personas que conozco. A estas personas les recomiendo usar un inicio dual (dualboot) o, más seguro, una máquina virtual. He llegado a convencer a uno, lo que para mí ya es mucho. El proceso de la creación de la máquina virtual de Windows 10 en Virtualbox es el siguiente:
- Conseguimos un DVD de Windows 10. También nos valdrá una imagen ISO del mismo.
- Instalamos Virtualbox. Podemos hacerlo desde el centro de software o con el comando sudo apt install virtualbox.
- A continuación, lanzamos Virtualbox.
- Hacemos clic en “Nueva”.
- Le indicamos:
- Un nombre. “Windows 10” estaría bien.
- La carpeta donde se guardará. Merece la pena dejarlo como está.
- El tipo: Microsoft Windows.
- Versión: elegimos Windows 10.
- En el siguiente paso le configuramos la RAM que le asignaremos a la máquina virtual de Windows 10. Por defecto suele estar en 1GB, lo que no será suficiente para correr Windows 10. En verde está marcado lo que hará que nuestro PC no sufra, en naranja está marcado lo que haría que nuestro equipo fuera justo y en rojo está marcado lo que haría que el sistema principal no funcionara correctamente. Si tenemos 4GB, podemos dejarle 2GB (2048MB). Si tenemos 8GB, podemos ponerle más.
- Hacemos clic en siguiente.
- En el siguiente paso empezaremos a crear la máquina virtual, o más bien cómo será su almacenamiento:
- hacemos clic en “Crear”.
- Elegimos el tipo. Yo siempre lo he dejado por defecto (VDI).
- En el siguiente paso podemos elegir entre asignarle un tamaño o que sea dinámico, lo que variará dependiendo del uso del disco duro. Esto depende de cada uno. Si queréis controlar su tamaño, hay que asignarle un espacio (Tamaño fijo).
- Por último, hacemos clic en Crear.
Configurar la máquina virtual
- Si pensabais que ya estaba todo, os equivocabais. Lo siguiente que hay que hacer es, con la máquina seleccionada, ir a “Configuración”.
- En este apartado hay que ir a Almacenamiento/Vacio/icono del CD. Desde aquí elegiremos nuestra ISO o comprobaremos que detecta nuestro lector de CD con nuestro Windows 10 y haremos clic en Aceptar.
- Por último, hacemos clic en iniciar para iniciar la máquina virtual.
- Los pasos a seguir a partir de aquí ya son los mismos que seguiríamos si estuviéramos instalando el sistema operativo en un disco duro local de manera nativa:
- Elegimos el idioma de instalación y del teclado.
- Hacemos clic en Instalar (mi ISO está en inglés, por lo que pone “Install Now”).
- Marcamos la casilla indicando que aceptamos los términos y continuamos.
- Elegimos la segunda opción. La primera es para actualizar.
- Elegimos el disco duro y hacemos clic en siguiente. La instalación comenzará y ya solo tendremos que esperar.
- Si la siguiente vez que inicia no lo hace como en una instalación real y vuelve al programa de instalación, apagamos la máquina virtual, vamos a configuración y eliminamos la ISO o sacamos el DVD.
Y eso sería todo. Es probable que haya algún problema de compatibilidad de hardware, algo que se traduciría en que Cortana no se escuchara bien. Lo mejor es actualizar el sistema operativo nada más instalarlo, puesto que hace ya varias versiones que Windows también detecta el hardware de nuestro equipo e instala los drivers necesarios. También merece la pena instalar el “Extension Pack” de Virtualbox, lo que añadirá soporte para puertos USB. Lo podéis descargar desde este enlace.
Yo tengo un ordenador más antiguo que he dejado con Windows para las pruebas que pueda necesitar hacer y para estar seguro de que puedo usar todos los programas que existen (también tengo un Mac), pero usar Virtualbox siempre será una buena idea para los que solo tengan un ordenador y, además, no quieran usar un inicio dual. ¿Eres tú uno de ellos?
El artículo Cómo instalar una máquina virtual de Windows 10 en Ubuntu ha sido originalmente publicado en Ubunlog.