¿De qué sirven los escritorios virtuales?
Estaba con una entrada práctica sobre escritorios virtuales y a medida que escribía, hablaba más de mi opinión sobre esta característica, que sobre el la extensión en sí, por lo que he decidido aparcar esa entrada para otro día y centrarme en mi reflexión sobre el tema, esperando que algún comentario de los vuestros me cambie un poco el chip.
Lo que me planteo es de qué sirven los escritorio virtuales. Y me explico: es una característica clásica del escritorio Linux que me hizo mucha gracia en mis primeros años. Ya sabéis a qué me refiero: Compiz, el cubo, millones de efectos… Pero sigue estando vigente a día en configuraciones por defecto como las GNOME y KDE Plasma, y de verdad que no alcanzo a comprender el por qué. En mi opinión, solo aumenta la complejidad de la primera impresión del escritorio (otra cosa es que te quieras poner algo así por cuenta propia, pero que te lo pongan de buenas a primera…).
Es cierto que no se trata de un función de uso obligado, e incluso se puede desactivar con mayor o menos facilidad según el escritorio, pero, en serio, ¿de qué sirve? ¿Cuál es la diferencia entre cambiar de un escritorio a otro o de una aplicación a otra? Entiendo (aunque tampoco las uso) las actividades de Plasma, la potencia de personalización que aportan; entiendo a quien utiliza diferentes monitores (este sí es más mi caso) porque sí influye en la productividad, ya que te permite ver varias cosas a la vez a buen tamaño…
Pero ¿los escritorios virtuales? No digamos ya como lo plantea GNOME (aunque no tengas por qué usarlo así), con las ventanas maximizadas, en plan «centra toda tu atención en una sola cosa». Lo repito: ¿qué ventaja tiene cambiar de un escritorio a otro en lugar de hacerlo de una aplicación a otra, máxime cuando se trata de una ventana maximizada que va a ocupar toda la pantalla? Porque el panel no cambia (esta es una de mis quejas con las actividades de Plasma, ya que estamos). Pero no nos quedemos en el acercamiento más minimalista.
¿Qué ventaja tiene hacer un «exposé» (lo de mostrar todas las ventanas abiertas yendo a una esquina del escritorio con el cursor o mediante un atajo de teclado) y mostrar todos los escritorios virtuales con sus respectivas ventanas dentro de ellos mismos a hacerlo y mostrar todas las ventanas abiertas en un solo escritorio ? Lo considero más complejo, incluso, pues al final el tamaño de la pantalla determinará el de los elementos que puede mostrar y a más elementos, más pequeños se verán, más todavía si están encerrados en sus respectivos escritorios, los cuales también se muestran como miniaturas.
Se me ocurre un caso un poco excéntrico en el que tendría sentido el invento: alguien que use muchas aplicaciones a la vez y que las organice por escritorios virtuales, de manera que pueda hacer un «exposé» independiente de cada uno en el que aparezcan solo las ventanas abiertas en él. Pero estaríamos hablando de muchas aplicaciones abiertas al mismo tiempo para que tuviera un poco de lógica el procedimiento.
Llevado al extremo el anterior ejemplo, en un escritorio tipo ‘tiling’ puedes personalizar diferentes escritorios virtuales con aplicaciones enlosadas, para que cuando cambies de uno a otro tengas cada aplicación en su sitio exacto; y así todo lo que quieras hasta el más mínimo detalle. Sin embargo, este procedimiento me parece aún más extraño que al anterior (no digo que nadie pueda hacerlo así, pero serán los menos).
En otras palabras: todas las aplicaciones que usas a menudo y que sueles tener abiertas a la vez te caben ancladas en el panel y para una mayoría de usuarios hablaríamos de entre 4 y 10 aplicaciones, de acuerdo a estudio hechos algunos años atrás; pero aunque fueran 20 aplicaciones, da igual: un «exposé» las muestra tal cual y ocupan exactamente el mismo tamaño en pantalla con escritorios virtuales que sin ellos.
Lo de los escritorios virtuales me choca especialmente en GNOME por su filosofía minimalista… pero quizás se me escapa algo y por eso os pregunto, sin importar vuestro escritorio: ¿usáis los escritorios virtuales? ¿Por qué? Preferiblemente, agradeceré más una explicación con argumentos que un «porque sí». ¡Siempre se puede aprender algo nuevo!
Casualidades de la vida, terminando de escribir he buscado algo que hubiésemos publicado sobre escritorios virtuales para añadir algún enlace y, mira por donde, Picajoso ya planteó lo mismo en 2009… Y las respuestas no me convencen nada. Todas son: «yo es que me organizo así», lo cual totalmente respetable, por supuesto. Pero echo en falta argumentos que lo justifiquen como una mejora de productividad real, y no como una mera elección por gusto.