Debian cumple 25 años
Hoy, como cada 16 de agosto desde hace más de una década, se celebra el Día de Debian, una jornada en la que conmemorar el anuncio con el que arrancó su andadura el Proyecto Debian, el cual lleva en activo mucho más tiempo en realidad: hoy Debian cumple 25 años.
Así, fue un 16 de agosto de 1993 cuando Ian Murdock anunció “la inminente finalización de una nueva versión de Linux, […] Debian Linux“. Tal y como recuerdan en Bits from Debian, nadie podía imaginar en aquel momento en lo que llegaría a convertirse más adelante la iniciativa de un joven universitario cuya idea para nombrar el proyecto fue unir su propio nombre con el de su pareja por entonces. De Deb (Deborah) e Ian surgió Debian y de los personajes de Toy Story los nombres en clave de cada una de sus versiones, si bien la motivación de fondo para embarcarse en la creación de “una nueva versión Linux” fue la de siempre: software libre e inconformidad.
Hace exactamente un mes celebramos otro aniversario significativo en estas páginas: los 25 años de Slackware, la distribución Linux más antigua todavía en activo. La razón de su existencia es la misma que la de Debian: eran los albores de GNU/Linux y la primera distribución como tal, según lo que entendemos ahora como distribución, Softlanding Linux System (SLS), tenía problemas que muchos de sus usuarios no estaban dispuestos a tolerar. Y, tratándose de software libre, Patrick Volkerding decidió emprender con Slackware, al tiempo que Ian Murdock, un poco más tarde, decidiese hacer lo propio con Debian.
Pero mientras que Slackware ha mantenido el tipo y sigue siendo una de las distribuciones más respetadas del panorama, Debian ha trascendido como no cabía esperar, convirtiéndose en uno de los proyectos comunitarios de Software Libre más importantes del mundo. Algunos de los apelativos que ha cosechado a lo largo del tiempo son “el sistema operativo universal”, por el gran soporte de arquitecturas de hardware del que siempre ha hecho gala; o, más cariñosamente, mamá Debian, dado el número de derivadas que, directa o indirectamente, han ido surgiendo tras su paso.
Sin Debian no existirían distribuciones como Kali Linux, Raspbian, SteamOS, gLinux y tantas otras, como tampoco existiría Ubuntu y sus derivadas, que son muchas e incluyen algunas de las distribuciones más destacadas del panorama actual. O, al menos, no existirían tal y como las conocemos hoy en día. A su vez, no todas las derivadas de Debian han nacido de los “aciertos” de esta, véase Devuan como ejemplo más reciente.
No obstante, Debian es por sí misma una de las distribuciones más importantes del ecosistema GNU/Linux y una de las más utilizadas profesionalmente en el segmento servidores; pero también es una de las más apreciadas en el escritorio de PC: en nuestra encuesta de fin de año quedó como la tercera más votada, por debajo de Ubuntu y Linux Mint. Un mérito muy a destacar, pues a diferencia de otras y aun sin tenerla como un sistema solo para expertos, no es una distro que se enfoque en ofrecer una experiencia out of the box al nivel de las mencionadas u otras.
En cuanto a su actualidad, esta pasa por Debian 9.5, la última versión de mantenimiento de la rama estable en curso, cuyo soporte se extenderá como poco hasta 2022. Mientras tanto caerán al menos un par de versiones mayores más, diferentes novedades y una característica en la que lleva más camino avanzado que ningún otro Linux actual, y que quizás la encumbre como el sistema al que acogerse en un mundo en el que ni siquiera el software libre es, por sí solo, garantía de transparencia: las compilaciones reproducibles.
Pero no podemos terminar este somero repaso sin volver a recordar a su fundador, Ian Murdock, fallecido a finales de 2015 en circunstancias de lo más extrañas. Sea como fuere, su recuerdo no ha desaparecido y su legado pervive en Debian, que es más de lo que la mayoría puede aspirar.
Así las cosas, feliz vigesimoquinto aniversario a Debian y a la comunidad que la forma. Muchas gracias a todos, porque ni GNU/Linux ni el Software Libre serían lo mismo sin vosotros.