El Dogecoin es otra criptodivisa más, derivada de Litecoin y que usa como mascota a un perro Shiba Inu. De hecho, ese símbolo nació como un meme viral de Internet, que no te haría imaginar el valor que llegaría a alcanzar esta criptomoneda, ya que en el pasado mes se vio cómo se disparaba en un 1000% de su valor, como consecuencia de la coordinación de algunas acciones, como el respaldo de personajes como Gene Simmons (grupo musical Kiss), Elon Musk (Tesla / SpaceX), o el rapero Snoop Dog.

Un movimiento especulativo que ha reportado grandes beneficios a muchos operadores, pero también algunas pérdidas a otros. Gracias a esos valores históricos pasó de valer 0.007 euros el 4 de enero de 2021 a los 0.073 euros el 7 de febrero. Es decir, en poco más de un mes se ha revalorizado una auténtica barbaridad, pudiendo haber hecho ganar grandes cantidades de dinero a los que hubiesen invertido cuando la moneda estaba en valores bajos y vendiesen mientras se mantenía en sus máximos.

Pero claro, todo lo que sube suele bajar, y el Dogecoin (DOGE) se ha hundido un 23% en cuestión de horas este 15 de febrero. Por tanto, todo ese hype generado en el periodo anterior, se iba al traste después de que Elon Musk llamara la atención sobre la distribución tan desigual de las monedas DOGE e instara a los principales poseedores a vender sus holdings.

Las palabras del gurú han tenido una fuerte repercusión. Ya sabes que pequeñas cosas pueden alterar enormemente la bolsa, y también los valores de cotización de estas criptomonedas. Pero es cierto lo que demandaba Elon Musk, y es que el Dogecoin está en un 28.7% en manos de una sola persona, y los 12 principales holders poseen casi un 50% de la oferta disponible actual. Casi el 70% del total se estima que están en poco más de 100 direcciones.

Unas 7 horas después de ese mensaje, el precio del Dogecoin había bajado un 23%, pasando desde los 0.063 dólares a los 0.048 dólares.

Además, el propio fundador de Dogecoin reveló recientemente que había vendido todo su holding de DOGE en 2015 por dificultades financieras tras perder su trabajo.

Billy Markus aseguró que comenzó Dogecoin como una broma en 2013, por ese meme que he citado. Él mismo se ha sorprendido por el tremendo ascenso de esta moneda, que en ningún momento pensó que llegaría hasta esos valores. No se imaginaba que ese coqueteo de Elon Musk con el Dogecoin lo impulsase como lo hizo, y mucho menos se imaginaba que este mismo impulsor también se transformase en su máximo depresor…