El Centro de Aplicaciones de Ubuntu ya soporta la instalación de paquetes DEB
Canonical actualizó lo que entonces se llamaba Snap Store para crear una tienda de software que ofreciera un mejor rendimiento, interfaz y experiencia de usuario en general. Sus primeras versiones no eran muy esperanzadoras, puesto que sólo soportaba paquetes snap, pero antes de su llegada a Ubuntu estable recibió este soporte y ahora permite instalar también paquetes de repositorios oficiales. En los últimos días, el Centro de Aplicaciones se ha actualizado con otra novedad.
Hasta hace poco, si queríamos instalar un paquete DEB, como por ejemplo los de Visual Studio Code o Google Chrome, podíamos hacerlo desde el terminal u otras herramientas. Ahora, tras una actualización reciente del Centro de Aplicaciones, podemos elegir la tienda oficial de Ubuntu para instalar los paquetes DEB que encontremos por Internet.
Centro de Aplicaciones ya soporta paquetes DEB
Es importante diferenciar entre paquetes DEB y paquetes oficiales. En teoría, lo que encontramos en los repositorios oficiales son también paquetes DEB, pero el nuevo soporte permite la instalación de lo que encontremos por Internet, es decir, esos paquetes ya compilados para distribuciones con base Debian.
En un principio, la actualización añade el soporte, pero no cambia el comportamiento al hacer doble clic en un paquete .deb. Si queremos ver algo como lo de la captura de cabecera tenemos que hacer clic derecho y «Abrir con» el Centro de Aplicaciones, o desde las propiedades del tipo de archivo modificar la aplicación que los abrirá por defecto. Como GNOME Software, vemos información sobre el paquete, aunque no suele ser muy útil y se centra en decir que es potencialmente peligrosa porque es de una fuente no oficial. Una vez hacemos clic en «Instalar» y ponemos nuestra contraseña de usuario, la instalación se realizará y añadirá en repositorio oficial cuando esté disponible.
Para que fuera una tienda de aplicaciones completa, le faltaría el soporte para paquetes flatpak, pero que nadie espere su llegada.