Linux, el núcleo, también se prepara para usar lenguaje políticamente correcto
Hay que tener cuidado con lo que decimos. Más que cuidado, ya miedo. Una palabra puede servir para que te etiqueten de intolerante o algo mucho peor, aunque la uses para referirte a algo de software. Por ese motivo, tal y como leemos en este correo, Linux se plantea usar terminología inclusiva, no vaya a ser que el software se enfade y deje inservibles millones de ordenadores alrededor de todo el mundo.
Esta semana, mi compañero Diego escribió un artículo de opinión refiriéndose a algo parecido. Aunque se puede estar más o menos de acuerdo con él, sí que hay algo que me parece claro: todo esto se está descontrolando mucho y, si seguimos así, no sólo no podremos usar expresiones que hemos estando usando toda la vida, sino que no podremos expresarnos libremente si nuestra manera de hablar, ya no digo la de pensar, no es la que se espera en la sociedad del futuro.
Linux dejará de usar palabras como «esclavo»
Pero vamos por partes. En el correo, Dan Williams ha propuesto dejar de usar palabras como «esclavo», aunque en la tercera acepción de la RAE no menciona a ninguna persona, sino «algo» que está «rendido» o es «obediente», añadiendo también «enamorado», lo que demostraría que no siempre es algo malo. Lo mismo quieren hacer dejando de usar términos como «Lista negra». Y, bueno, abriendo paraguas preparándome para las críticas, diré que el verdadero racista es el que ve un problema de razas en ese tipo de expresiones: ¿de qué colores son las nubes más peligrosas? ¿De qué color es la oscuridad en la que, por no ver, podemos sufrir accidentes? A lo mejor, sólo a lo mejor, no usamos las expresiones de colores por los de la piel.
En cuanto a lo que proponen, tenemos cambios como:
- «slave» (esclavo) por las palabras en inglés de secundario, subordinado, réplica, respondedora, seguidor, proxy o ejecutante.
- «blacklist» (lista negra) por «blocklist» o «denylist» (listas de bloqueo o negación).
El cambio sería mirando al futuro, pero también al pasado
La nueva terminología inclusiva se incluiría en el nuevo código del kernel de Linux, pero también pretenden cambiar lo que ya está creado. A no ser que el cambio pueda provocar un daño importante.
Así que, viendo hacia dónde vamos avanzando, hay que tener cuidado con lo que decimos y dónde lo decimos. Pronto dirán que hablar de «macho» y «hembra» en algunos conectores es machista o transfobo, por lo que yo ya recomiendo ir diciendo «la parte que se mete» y «la parte en donde metes la parte que se mete» para que nadie nos tache de nada. Es lo que viene y, para los que sólo queremos expresarnos o incluso hacer chistes y bromas, lo veo muy negro.