Linux Mint 21.1 renueva su apartado visual y deja atrás su característico color verde
Ya está disponible Linux Mint 21.2, la nueva versión de, con el permiso de Ubuntu, la más popular de las distribuciones de Linux para PC de corte clásico… O sea, al estilo de Windows. Ya que estamos, este lanzamiento es una excelente alternativa para quienes todavía usan Windows 7 o Windows 8.1, cuyo soporte se tambalea en diferente medida.
Linux Mint 21.1 con nombre en clave ‘Vera’ es, tras el lanzamiento original de Linux Mint 21 el verano pasado, la segunda actualización de la nueva versión de la distribución basada en Ubuntu 22.04 LTS, con la que comparte muchas de las novedades de fondo, incluyendo el kernel Linux 5.15, la pila gráfica de Mesa 22, el servidor de audio PulseAudio 16 y PipeWire, entre otros componentes.
Pero no todo es igual entre Linux Mint y Ubuntu. Cambian bastantes cosas, desde los entornos de escritorio que ofrece una y otra a, por ejemplo, el modelo de distribución de software, que en el caso de Linux Mint prescinde de la Snap Store de Canonical y de sus aplicaciones autocontenidas, impuestas en Ubuntu para el disgusto de muchos usuarios por el propio sistema y por el nefasto desempeño de la tienda den sí mismo.
Así, los usuarios de Linux Mint no tienen que tragar sí o sí con un Firefox empaquetado como Snap con carencias de integración con el escritorio, o con una ejecución deficiente en la gestión del software. Lo cual no significa que no tengan la posibilidad de utilizar Snap si así lo quieren: el soporte de Flatpak se incluye por defecto, pero el de Snap se puede añadir a mano.
Más allá de estos pormenores, Linux Mint 21.1 llega como siempre con sus tres ediciones, encabezadas cada una de ellas por su respectivo entorno de escritorio: Cinnamon, MATE y Xfce. En concreto, MATE 1.26 y un Xfce 4.16 bien actualizado (no dio tiempo a meter Xfce 4.18). En el caso de la edición principal se trata de Cinnamon 5.6, cuya única referencia es la versión que nos ocupa, ya que no se publican notas de lanzamiento.
La novedad más visible de la nueva versión de Cinnamon que acompaña a Linux Mint 21.1 es el remozado de su apariencia, incluyendo un nuevo tema visual por defecto que, eso sí, no altera apenas el aspecto habitual del escritorio, salvo por un significativo detalle: el azul reemplaza al verde tradicional como colo de acento y las carpetas ahora son amarillas. Asimismo, las esquinas superiores de las ventanas se redondean, siguiendo la tendencia actual.
La presentación del escritorio recibe otros retoques que, de igual modo, se extienden a las tres alternativas dentro de lo posible. Lo más llamativo a simple vista es la apuesta por el minimalismo, si se puede decir así, quitando de en medio accesos directos que son accesibles por otras vías, como los de la carpeta de usuario o la papelera. En general, el escritorio se ve más limpio en Linux Mint 21.1, sin perder funcionalidad por ello.
Con respecto al cambio de colores, que no te preocupes porque cuando quieras puedes volver al verde de siempre u elegir cualquier otro. Hay temas para todos los gustos. «No necesitamos el verde para ser Linux Mint. Somos Linux Mint pase lo que pase y queremos usar el color que se ve más sexy out of the box«, dice Clement Lefebvre, líder del proyecto.
También cambia el tema del cursor y el tema de sonido, que adopta el propio de Android, Material Design V2. Por último, existe la opción de volver a los temas antiguos, tanto de iconos como para las aplicaciones; pero si lo que buscas es solo un tema de iconos diferente, de manera predeterminada se incluyen Breeze (KDE Plasma), Papirus, Numix y Yaru (Ubuntu). Y hay más, aunque de menor calado. En definitiva, personalización al poder.
Dejando a un lado las novedades visuales, muy destacadas por lo demás para tratarse de Linux Mint, otros cambios importante para esta versión abarcan herramientas como el gestor de controladores, que ahora puede funcionar en sin conexión y en modo de usuario y no precisa de introducir la contraseña de administrador para ser ejecutado, entre otras mejoras; se consuma la plena integración de Flatpak, que ahora goza de soporte para actualizar las aplicaciones en el gestor de actualizaciones.
Pasando con las aplicaciones comunes, Linux Mint 21.1 mejora la utilidad de creación de imágenes de instalación en USB con un sencillo sistema de verificación y con soporte para imágenes de Windows. Lo mismo ocurre con las XApps, aunque en menor medida. El gestor de fuentes de software, por su parte, se renueva y ahora cuando se agrega un repositorio PPA, su clave solo se acepta para esa fuente, y no globalmente para todas las fuentes de APT.
Como se ve, Linux Mint 21.1 trae unas cuantas novedades en su haber, aunque muchas de ellas se enfocan en el apartado visual, que no suele ser lo habitual. En todo caso, no es lo único. Para ampliar la información, los anuncios oficiales de cada edición, donde se incluyen las notas de lanzamiento detalladas y los enlaces para acceder a las descargas:
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