NVIDIA ya ofrece una experiencia limpia con Ubuntu Unity
A pesar de las evidentes mejoras en el soporte por parte de AMD (gracias a que por fin hizo los cambios necesarios para empezar a hacerlo bien), NVIDIA sigue siendo la solución que más potencia ofrece en cuanto procesamiento gráfico, una situación que ha dejado hasta hace poco sin elección a las personas que juegan o bien trabajan con gráficos 3D avanzados en GNU/Linux.
Sin embargo, esa extra potencia tradicionalmente ha tenido una consecuencia, los problemas de integración que muchas veces empañaban la experiencia con la interfaz gráfica, ya que muchos entornos requerían de trucos para evitar, sobre todo, problemas con el tearing. En un principio cubrimos el tema relacionado con KDE y luego, en este 2017, intentamos dar solución en dos tandas a Ubuntu con Unity, primero con algo complejo y luego ofreciendo una versión simplificada del primer tutorial.
¿Cuál es la situación de NVIDIA con Ubuntu Unity?, ¿se sigue necesitando recurrir a esos tutoriales? La realidad es que no, y desde este mes los consideraremos como obsoletos, gracias sobre todo a que la compañía de GPU se está poniendo las pilas con su driver y se está viendo cómo poco a poco los problemas de integración están desapareciendo, ofreciendo desde el mismo momento tras la instalación una experiencia bastante más limpia que antes.
Los usuarios de Ubuntu Unity ya no tienen que hacer malabares para disfrutar de una buena experiencia con su gráfica NVIDIA (al menos sobre Pascal), no están forzados a tener que instalar el driver suministrado por Canonical para evitar problemas, sino que pueden tirar de la popular PPA GPU Drivers sin ninguna consecuencia negativa reseñable, y eso es sin duda toda una victoria para el usuario.
¿Ha sido Mesa el culpable de estas mejoras?
Obviamente, la evolución de Mesa no tiene ningún impacto sobre el soporte oficial de NVIDIA (Nouveau es otra cosa), pero si hay un punto donde Mesa tradicionalmente ha estado por encima de NVIDIA, ese ha sido la integración con el sistema.
Con el stack gráfico Open Source el usuario puede olvidarse en la mayoría de los casos de los problemas relacionados con el tearing y la sincronización vertical, obteniendo desde el primer inicio una experiencia limpia con la interfaz gráfica. A esto hay que sumar el fuerte empuje de AMD durante el último año, con unos números a nivel de rendimiento que empiezan a acercarse a lo que puede ofrecer NVIDIA.
La gran ventaja de la compañía de Santa Clara en temas de potencia provocó que en GNU/Linux hayamos tenido de sufrir un duro monopolio por su parte cuando queríamos procesar gráficos “pesados” sobre nuestro sistema favorito, algo que no ocurre, al menos con la misma intensidad, en Windows, donde AMD sí es una alternativa. La compañía de Sunnyvale ha empezado a hacer las cosas bien y posiblemente NVIDIA se haya sentido amenazada, pudiendo ser esta la razón de por qué habría empezado a corregir lo que siempre había fallado en su soporte para GNU/Linux.
Dejando claro que no hacemos un seguimiento cercano de los lanzamientos de NVIDIA (tampoco disponemos de todo el tiempo que nos gustaría para probar), al menos desde el driver 381.22 podemos dar por cerrados los problemas de integración en Ubuntu Unity y por obsoletos los tutoriales publicados el pasado invierno.
Por un lado esto es bueno para el usuario, que independientemente de la marca de GPU que utilice podrá tener una buena experiencia, sin embargo, esto también podría frenar las posibles aspiraciones comerciales de AMD.