MuyLinux Eduardo Medina  

Parece que Múnich abandonará Linux para volver a Windows

LiMux

Al final pasó. Tras años de “invitaciones” por parte Microsoft para que la capital de Baviera, Múnich, abandonara el proyecto LiMux para volver a sus soluciones, se puede decir que ya está empezando a suceder. La coalición gobernante, compuesta por la CSU (marca de la CDU de Angela Merkel en Baviera) y el SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania), ha presentado una propuesta para crear un proyecto para el desarrollo de una nueva base de clientes Windows que tendría que terminar en 2020, todo con la intención de implementar en la Administración “productos estándares del mercado”.

Desde que Dieter Reiter sucediera a Christian Ude al frente de la alcaldía de Múnich (siendo ambos del SPD), el actual regidor de la capital bávara nunca ha ocultado sus inclinaciones, más favorables a volver a las soluciones de Microsoft que a mantener el proyecto LuMix. La CSU no parecía tener tampoco mucha ilusión por las soluciones basadas en Linux instaladas en la localidad, lo que ha facilitado el movimiento de las fichas necesarias para realizar la propuesta de regreso al redil. Por otro lado, tampoco se puede olvidar que el gigante de Redmond abrió una sede en las afueras misma ciudad, siendo esto interpretado por muchos como una presiones para abandonar LiMux.

La propuesta de la actual coalición de gobierno no eliminaría del todo LiMux, sin embargo, lo dejaría solo como un producto de nicho que posiblemente termine totalmente fuera de la administración del ayuntamiento de Múnich. La intención supuestamente es la de introducir “software de aplicaciones de oficina modernas” que tendría que funcionar sobre una “arquitectura de cliente uniforme” basada en Windows, en un proceso que terminaría en 2020. Asimismo, se ha comentado la intención de que “las aplicaciones usadas a nivel local funcionen independientemente del sistema operativo usado por los terminales”; pero aquí hay algo que chirría, ya que apenas hay aplicaciones de Microsoft disponibles para GNU/Linux.

LiMux, un proyecto con una gran trayectoria

El proyecto LiMux nació en 2003 con la intención de abaratar costes sustituyendo las licencias de Microsoft por software libre, y en su momento contó con el apoyo de una coalición entre el SPD y los verdes.

LiMux fue consolidándose con el paso de los años, llegando a ser ejecutado en 15.000 computadoras pertenecientes a la administración local de Múnich. Además de esto, el proyecto consiguió bastante repercusión y fue señalado como un ejemplo de migración a soluciones abiertas por parte de las administraciones públicas, lo que posiblemente terminó despertando los celos de Microsoft.

Sin embargo, en 2014 se presentó Dieter Reiter para ser alcalde de Múnich por parte del SPD, quien formó una coalición de gobierno con la CSU. Reiter no ocultó sus posiciones pro Microsoft frente el proyecto LiMux, que nunca contó con el entusiasmo de la CSU. Esto animó al gigante de Redmond a mover ficha y presionar a su favor.

De momento no hay dato sobre los costes de la vuelta a Windows

De momento no se conocen los costes sobre esta posible vuelta a la soluciones de Microsoft, tampoco se sabe nada sobre ningún tipo examen o estudio que muestre cuánto va a suponer este movimiento a los ciudadanos de Múnich.

Lo único que hay hasta ahora es un informe de 450 páginas la consultora Accenture, que recomendó el pasado otoño la vuelta a las soluciones de Microsoft con el fin de eliminar “infraestructura obsoleta” e introducir “poderosos clientes Windows”, haciendo hincapié en el uso de Microsoft Office como estándar dentro del software de oficina. El el informé también se cuestionaba la seguridad informática de LiMux de cara al futuro.

Como no podía ser de otra forma, el informe de Accenture recibió fuertes críticas por parte de Free Software Foundation Europe, que argumentó que el informe se centraba mucho en criticar a LiMux sin dejar claro en qué beneficiaba a la corporación municipal la vuelta a Windows, además de acusar a la consultora de tener intereses comunes con Microsoft a través de Avanade, una empresa dirigida por ambas que tiene como misión implementar tecnologías Microsoft.

Con todo lo dicho, la presión que puedan ejercer tanto los verdes como el Partido Pirata es aparentemente la única esperanza que le queda a LiMux.

No todo era perfecto en LiMux

En 2015 expusimos nuestra postura sobre la migración a Linux emprendida por Múnich, reconociendo que posiblemente no todo fue de color rosa.

Sin embargo, con el transcurso de los años también hemos visto cómo las peticiones de vuelta a Windows se sostenían con argumentos cogidos con pinzas, exponiendo a veces una falta de soporte que no era verdad.

Sea como fuere, Microsoft es una de las compañías más poderosas del mundo y eso le permite tener más medios para “convencer” de que lo suyo es mejor que ni tan siquiera estudiar otras alternativas.

Fuentes | Heise Online por Google Translate (1  y 2) y TechRepublic

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