Tesla publicará el código fuente del Linux utilizado en los Model S y Model X
No es ningún secreto que los vehículos eléctricos Tesla utilizan Linux como base para ejecutar su software y los drivers que necesitan. De hecho, debido a la licencia GPL, se puede encontrar el código correspondiente (o al menos parte de él) en sus repositorios de GitHub.
Según informan desde ZDNet, Tesla se encuentra preparando la liberación de parte del Linux que ejecutan los vehículos Model S y Model X. Siendo más específicos, la compañía publicará la imagen del sistema que se instala sobre la plataforma de piloto automático, el código del kernel utilizado para el hardware y el sistema de información y entretenimiento basado en NVIDIA Tegra. El código de Linux de Tesla está incompleto, por lo que no permite a un usuario compilarlo con éxito. Por otro lado, espera liberar como Open Source más código de otros sistemas empleados en sus vehículos.
La GPL, licencia con la que se publica Linux, es implacable a la hora de exigir la redistribución del código. Tesla es una compañía que ha recibido muchas quejas por violarla, por lo que lleva desde 2013 trabajando con la Software Freedom Conservancy (SFC) para lanzar el código del Linux que utiliza cumpliendo con las restricciones de la licencia. De hecho, varios clientes se quejaron de no recibir el código tras comprobar que el Model S que compraron ejecutaba BusyBox y Linux, ambos licenciados bajo GPLv2, pero no se les suministró el código. La SFC también está trabajando con los proveedores NVIDIA y Parrot para que liberen el código GPL que utilizan.
La compañía fundada y dirigida por Elon Musk ha ido dando pasos en la dirección correcta en los últimos años, pero todavía no cumple del todo con sus obligaciones debido a que sigue sin proporcionar fuentes completas y tarda bastante en publicarlas. A pesar de ello, la SFC reconoce los esfuerzos de Tesla por cumplir con la GPL y espera que algún día llegue a hacerlo totalmente.
Aunque Tesla intenta guardar sus secretos como buenamente puede, eso no ha impedido la modificación del software que utiliza en sus vehículos por parte de los hackers más habilidosos.