Ubuntu… ¿la distro Linux número uno para juegos? Cada vez menos
La información sobre la que se sustenta esta entrada tiene un par de semanas, pero vale la pena no darla por perdida por las implicaciones que tiene. Va del avance en la imposición de Snap como formato de aplicaciones en Ubuntu, aunque justo en este aspecto no tiene el sesgo negativo habitual; pero sobre todo va de cómo después de muchos años de hegemonía, se comienza a apreciar signos de la caída de Ubuntu como estandarte del escritorio Linux. Comenzando por los juegos.
Según adelantaban en el blog de Ubuntu, Canonical está empaquetando Steam para Ubuntu en formato Snap, con «todas las ventajas que ello conlleva»: un único paquete para todas las versiones de la distro, dependencias incluidas; y por dependencias mencionan las propias del paquete de Steam, principalmente las bibliotecas de 32-bit que tanta polémica causaron hace unos años, enfrentando a los desarrolladores de Wine o Steam contra los de Ubuntu, aunque como es sabido, todo terminó bien por una parte y por la otra. Eso y más.
El Snap de Steam incluirá, además de las dependencias de 32-bit, algunos controladores para Mesa (OpenGL, Vulkan y OpenCL, entre otros), facilitará la actualización del paquete y proporcionará otros beneficios, como una mayor seguridad gracias al modelo de confinamiento de Snap. Así, al menos, es como lo vende Canonical, todo con la intención de posicionar el Snap de Steam como la única opción a partir de Ubuntu 22.10, a falta de ver si Valve retira el paquete Deb que distribuyen de manera oficial. Mientras tanto, se está promoviendo un periodo de prueba en fase beta.
Siendo coherentes, tiene su lógica: la misma que ha utilizado la comunidad para empaquetar Steam como Flatpak, o sea, facilitar la actualización del paquete, pero no a los usuarios, sino a los desarrolladores. Hablando en exclusiva de Ubuntu, el paquete Deb oficial de Steam está perfectamente mantenido, pero es cierto que si te puedes ahorrar estar manteniendo también todas esas dependencias de 32-bit, así como la versión de Mesa, entre diferentes versiones del sistema, mejor que mejor.
Claro que si hablamos de gamers de los que están a la última con el hardware, tener un controlador gráfico bien actualizado, sin ser imprescindible en muchos casos, si es muy recomendable y aunque Ubuntu ya proporciona el privativo de Nvidia, los de AMD e Intel siguen estando ligados al kernel Linux. Es ahí donde distribuciones de tipo rolling release como Arch Linux y derivadas, están haciendo mella en la hegemonía de Ubuntu. Y no poca.
Veréis: en ese artículo del blog de Ubuntu se refieren a la distribución como la más popular del Linux gaming… y es cierto. No mienten. Pero sí dan un poco de pena, cuando quienes hemos seguido la evolución de Linux en Steam constatamos el bajón que ha pegado Ubuntu desde aquellos primeros días, en los que su presencia era apabullante. Ubuntu sigue siendo la distro más popular del Linux gaming, sí, pero con una cuota menguante como nunca se había visto y con matices. Con matices considerables.
La captura que podéis ver sobre estás líneas se corresponde con las estadísticas de la encuesta de Steam del 22 de abril y, como solemos advertir, no se trata de números absolutos reales, sino de una estimación, pero es la única que hay y a la que nos atenemos. La cifras son un poco menos bondadosas para con Ubuntu de la que recogen en el artículo en el blog de Ubuntu, pero esa es la tendencia. En esencia, Ubuntu sigue al frente y, dependiendo cómo se junten los porcentajes, se puede interpretar de una u otra manera.
Por ejemplo, si unimos todo lo que ocupa Ubuntu como tal, la distro de Canonical tiene un 19,8% de cuota. Ni el 20%. O sea, ¡ni el 20%! ¡Ubuntu! Si esto se ve bien… Que sí, que si le sumamos los porcentajes de derivadas directas como Linux Mint o Pop!_OS, sube hasta el 31,56%, pero hay datos ahí que apuntan hacia otras direcciones menos habituales, con bastante rotundidad. Por no señalar lo obvio: ni Linux Mint, ni Pop!_OS son Ubuntu, ni parece que vayan a cargar con el Snap de Steam.
Así, Arch Linux tiene por si sola un 12,32% de cuota, Manjaro un 11,57%… y en conjunto, un 23,28%. El otro actor en discordia es el que figura como «Description: Freedesktoop.org…» y no es otro que el cliente de Steam en Flatpak; y luego está el 38 y pico por ciento ese que a saber qué incluye, pero muy probablemente un poco de todo, también Ubuntu y derivadas.
Estos datos se refieren solo al uso del cliente de Steam en Linux y como digo, son meros indicativos, pero así funcionan las estadísticas. Pues bien, un par de días después de que Canonical hiciese el anuncio de marras, en Boiling Steam publicaban otro cuyo título lo dice todo: La caída de Ubuntu como distro gaming. La afirmación se sostiene con otras estadísticas, las de SteamDB, y es curioso porque el autor ha creado un vídeo con el que ilustrar esa caída. Pero no solo por eso.
El ejercicio que se marcan en Boiling Steam es curioso, porque no recoge las estadísticas de uso corriente de Steam, y quien dice corriente, dice el que se da por inercia, sino las del uso de Steam Play o Proton, que da igual cómo lo llames, porque es lo mismo: la tecnología que, apoyada en Wine, introdujo Valve en el cliente de Steam para Linux en 2018 y que permite jugar de manera sencilla cada vez a más juegos juegos de Windows, cada vez con mejores resultados. ¿Y qué ha pasado de 2018 hasta ahora? Ahí va el vídeo.
El debate de si juegos nativos o con Proton es tan sano como cualquier otro, pero tampoco vamos a engañarnos: aunque muchos prefiramos que sean nativos, e incluso haya quien se niegue a claudicar con cualquier otra cosa, la realidad va a su propio ritmo e ir en contra no suele ser productivo. Así, son muchos los gamers linuxeros, los que de verdad juegan en Linux y se gastan el dinero en juegos, quienes están aprovechándose de lo que ofrece Proton.
La cuestión es, como se ve, que cada vez son menos los jugones linuxeros que eligen Ubuntu como distribución de cabecera. Y no parece que empaquetar Steam como Snap, por más que se antoje una buena decisión, vaya a cambiar lo que es tendencia desde hace años. Es cierto que el de los juegos es solo uno de los pilares del escritorio de PC, pero es uno de los que más usuarios atraen, aunque en Linux no tenga la importancia que tiene en Windows. Por ahora.
Si a ello le añadimos el descontento de distribuciones derivadas y de muchos usuarios de siempre -entre los que me incluyo- por ese afán de incrustar Snap sin miramientos y con la desfachatez agregada de hacerlo aun cuando tiene problemas de rendimiento e integración que no han resulto en años, al tiempo que rechazan Flatpak -no como alternativa a Snap, simplemente como opción adicional a otras fuentes de software- en base a argumentos cuando menos discutibles… No pinta bien.
Pero esta es otra historia, en la que de una u otra forma, entraremos a fondo en los próximos días. El artículo de hoy va de Ubuntu y los juegos y ya veis cómo se muestra el panorama.