Linux Adictos Diego Germán González  

Un mes con Edge. Lo que Linux puede aprender del nuevo navegador de Microsoft

Un mes con Edge
La versión estable de Microsoft Edge lleva un mes entre nosotros. ¿Por qué debería importarnos eso a los usuarios de Linux? Primero, porque cualquier cosa que impida que Google se transforme en el monopolio de Internet es buena para los usuarios. Segundo, porque hay cosas que los desarrolladores de Mozilla (más preocupados por la corrección política y la diversidad que por hacer buenos productos) y los de escritorios para Linux podrían aprender.

Por muy malo que fuera el monopolio Microsoft, el cuasi monopolio de Google es peor. En la época de oro de Explorer tenías al menos otras tres opciones de navegadores y motores de renderizado: Firefox, Opera y Safari. También había otras opciones menos conocidas para Linux.

En la actualidad, de los seis navegadores más usados cuatro usan el mismo motor de renderizado. Aunque sea un proyecto de código abierto la falta de opciones nunca es buena.

La importancia del navegador

Habiendo cada vez más servicios en la nube, el navegador es mucho más que un visor de páginas web. Se está transformando en un sustituto del escritorio. Hoy ya se usa como visor de pdf y reproductor de contenido multimedia.

La gran baza de Microsoft Edge, (y el secreto del éxito de Chrome) es la integración.

Google tenía el más popular de los buscadores, también gestionaba algunos de los servicios web muy populares. Cuando uno ingresaba a la página principal, te aparecía la recomendación de instalar su buscador. Cuando traducías una página con su traductor, un banner te recordaba que con Chrome podías traducir automáticamente pulsando un botón.

Al mismo tiempo, los servicios de Google como Youtube y Docs empezaron a experimentar problemas con los navegadores de la competencia.

El resultado fue que Google Chrome logró el liderazgo del mercado y que, salvo Safari y Firefox, todos los navegadores más populares utilizan su motor de renderizado.

Un mes de Edge. Esto es lo que me pareció

Gran parte de los usuarios de Windows, al instalar cada nueva versión tenemos una tradición. Abrimos Explorer (o la versión antigua de Edge) e instalamos otro navegador, en mi caso Brave o Firefox. En el de la mayoría de los casos, Chrome.

De acuerdo a mis primeras impresiones (y las de muchas reseñas que leí) Edge es un navegador muy “usable”. Apenas lo abres ya tienes activada la sincronización de historial, marcadores y contraseñas porque usa tu cuenta Microsoft.

Y esta es la primera cosa que Mozilla y los desarrolladores de escritorios podrían aprender. Poniendo por ejemplo lo que pasa en Ubuntu:

  1. Aunque Firefox viene preinstalado tengo que abrir el navegador e iniciar sesión en mi cuenta. Luego abrir el mail (cuya contraseña tengo que acordarme) para confirmar que soy yo.
  2. Después, tengo que ir al gestor de cuentas de GNOME y configurar manualmente mi cuenta de Google para el calendario y la de Ubuntu One para reportes de errores y LivePatch.
  3. A continuación, tengo que configurar mi cuenta de correo en Thunderbird (que es desarrollado por una subsidiaria de Mozilla y viene preinstalado) Como GNOME quiere que uses su propia solución de correo, no sirve que la hayas puesto en el gestor de cuentas. Thunderbird tiene su propio gestor de calendarios. Teorícamente, podrías sincronizarlo con los calendarios de GNOME (ingresando tu usuario y contraseña) Spoiler: No funciona.

Todo esto se podría solucionar si Mozilla trabajara junto a los desarrolladores de escritorios para una mejor integración del navegador ¿Cuántos de ustedes usan GNOME Web o Falkon?

Supongo que pedir que la Ubuntu One Account cumpla la misma función que la cuenta de Microsoft para que los datos se sincronicen automáticamente entre cada nueva instalación, sería pedir demasiado a la ortodoxia del software libre. Aunque, podría ser opcional. E incluso un servicio de pago para financiar el trabajo de los distintos proyectos.

Como parte del programa Windows Insider, pensé que la actualización a Edge se haría automáticamente. Sin embargo, tuve que hacerla en forma manual. Por otro lado, el reemplazo se hizo en forma rápida.

La importación de marcadores, historial y contraseñas desde Firefox se hace fácilmente con el asistente, aunque en los primeros minutos no funcionaba del todo bien el autocompletado de las contraseñas. No tengo en claro si era cuestión de tiempo o de reiniciar el navegador. Pero ahora funciona sin problemas.

Las demás características son de esperar en un navegador de calidad. La tienda de extensiones de Microsoft parece bien provista, y, en último caso puedes recurrir a la de Chrome ya que son compatibles.

Debo decir que amé instantáneamente el modo de lectura. No solo te permite cambiar a un tema oscuro y agrandar la tipografía, además se integra con el modo de lectura de pantalla de Windows.

No sé si me tomaría la molestia de instalarlo en otro sistema operativo. Pero estoy seguro de que si vuelvo a instalar Windows no voy a tomarme la molestia de descargar otro navegador.

Como dijo alguien:

Si tienes instalado el sistema operativo del Olimpo, utiliza el navegador de Zeus

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