Un mes con O2: magnífica experiencia
Profundizando en el intento de hacer de este blog un lugar más personal, vengo a contaros mi opinión acerca de mi nueva operadora de fibra y telefonía, tanto fija como móvil: O2. No nos vayamos a confundir, no se trata de un artículo patrocinado. Con mi nivel actual de visitas, ningún publicista gastaría un céntimo en anunciarse aquí. Tampoco le debo favor alguno a Pedro Serrahima, el impulsor de la famosa Pepephone, con sus valores éticos y su funcionamiento ejemplar como empresa. O eso se dice, pues no puedo hablar en primera persona al no haber sido cliente suyo.
Para ponernos en situación, por si alguno todavía no ha oído hablar de ella, O2 es una operadora de Movistar, del segmento denominado habitualmente low cost, que si por mi fuera se llamaría normal cost. Tampoco es tan barato como para echar las campanas al vuelo, aunque para mí resulta la operadora ideal en este momento por las razones que luego os detallaré con más calma. La primera vez que la vi mencionada fue en un tuit de Yoyo Fernández, si la memoria no me falla, pues él fue uno de los primeros en probar los servicios de esta recién creada compañía.
Adiós a Orange
Mi anterior operadora, aquella que me regaló mi primer y efímero iPhone, era Orange. Llegué a ella desde Jazztel, también propiedad de la compañía francesa, aprovechando una oferta de descuento en la adquisición de un móvil Samsung Galaxy S6 que regalé a mi mujer. Empecé con 50 Mb simétricos de fibra y 2 Gb de datos en el móvil, todas las llamadas incluidas, para terminar en los últimos meses con el doble de velocidad en casa y el doble de datos, esto es, 100 Mb y 4 Gb. Por todo ello pagaba la nada despreciable cantidad de 54 euros cada mes.
Lo que ocurría era que me fastidiaba un poco que me hubieran ido subiendo las prestaciones y la cuota sin siquiera preguntarme. No tengo queja alguna sobre el servicio, ni en lo que se refiere a la fibra ni en cuanto al móvil. Todo funcionaba correctamente, con el añadido de haber recibido un router nuevo – un Livebox Plus – cuando el anterior comenzó a fallar inexplicablemente. Anduvieron rápidos en el servicio técnico, de ahí que no pueda poner un solo pero a esta segunda etapa con Orange, que ha durado casi tres años en total.
Una vez finalizó mi permanencia con dicha compañía, me dediqué durante un par de semanas a la búsqueda de opciones más económicas sin perder demasiado en cuanto a velocidad o cantidad de datos. Fue una tarea ardua. Lo que tenemos hoy en día en el sector de las comunicaciones en España es una especia de oligopolio, donde casi todos ofertan más o menos lo mismo a parecidos precios. Al final encontré lo que andaba buscando en una combinación compuesta por fibra y fijo de PTV Telecom y la filial de Vodafone, Lowi, para el móvil, con las que iba a pasar a pagar 39’50 euros el primer año y 44’50 euros en los sucesivos.
Lowi bien…
Con Lowi, las cosas fueron muy sencillas. Contraté una tarifa de 7 euros mensuales a cambio de 2 Gb de datos – más que suficientes para mi uso habitual – y llamadas gratuitas donde solo pagaba el establecimiento. Portabilidad rápida y sin incidencias, aunque he de reconocer un par de cosas que me chirriaron. En primer lugar, la tan cacareada red móvil de Vodafone no es para tanto, al menos en cuanto a la cobertura de Lowi: velocidad 4G más lenta que la que tenía en Orange y rara vez llegué a las cuatro rayitas de señal móvil. Por otra parte, me fastidiaba mucho tener que acordarme de que debía pagar el establecimiento de llamada cada vez que me daba por utilizar el teléfono. Vale que fueran solo unos céntimos, pero la idea siempre se me venía a la cabeza: “esta llamada no me sale gratis, en realidad”.
… PTV Telecom mal
La historia con PTV resultó una odisea bien distinta. Llegué a ellos tras constatar, en un estudio de la OCU, que eran la compañía mejor valorada entre sus clientes en el territorio nacional. Me espantaba un poco la escasa cobertura de su fibra, pero me creí a salvo de esta tesitura al comprobar que en la fachada de mi edificio existía una caja con las siglas de la compañía. Tras contactar con un vendedor local, a pie de calle, iniciamos los trámites para portar mi fibra Orange a PTV.
Pasada una semana, el mismo vendedor me llamó para advertirme de que se demoraría un poco la instalación por unos problemas con la señal en dicha caja. Se ofreció a estar pendiente en todo momento de la evolución de mi caso. Pero hay palabras, ay amigo, que se las lleva el viento, de modo que fue lo último que supe de él en el plazo de un mes, tiempo tras el cual decidí llamar yo y preguntar por lo mío. De nuevo, muy diligentemente, me emplazó a esperar un par de horas a que hiciera las llamadas pertinentes para resolver el problema. A fecha de hoy, no he vuelto a tener noticias suyas.
Como a uno le molesta que le tomen por gilipollas, decidí que ya había aguantado bastante y eso fue todo con PTV. Al poco tiempo de haber portado ya a O2, me llegó un correo con la anulación del contrato. Si se desentienden así de los que quieren ser clientes suyos, debe ser que lo tienen ya todo vendido. Mejor para ellos.
Portabilidad a O2: todo listo en 5 días laborables
El proceso de migración a la compañía de Serrahima fue coser y cantar. Para los impacientes y detallistas, lo desgloso:
- Día 1. Pongo en marcha el proceso a través de la web de O2 un jueves por la mañana. En la tarde de ese mismo día recibo un mensaje de Zeleris – compañía de reparto de Telefónica – en el que me indican que me entregarán la tarjeta SIM al día siguiente.
- Día 2. El viernes por la tarde llega la SIM. Llamo al número gratuito de O2, el 1551, para comunicar que la he recibido. Me confirman que en fin de semana no se hacen portabilidades, de modo que la mía será en la madrugada del lunes al martes.
- Día 3. Lunes. Por la mañana, rechazo amablemente la oferta de fibra de Lowi. La operadora no me da la brasa en absoluto (bien por ella) y me despide sin más hasta una próxima ocasión. Por la tarde, viendo que no recibía ningún SMS de confirmación por parte de O2, les llamo para preguntar si la portabilidad sigue adelante. Me confirman que sí.
- Día 4. Al encender el móvil por la mañana ya soy de O2. A eso de las 13 horas recibo una llamada del instalador de fibra para concertar una cita para el día siguiente.
- Día 5. Me instalan la fibra por la mañana y se completa la portabilidad de todo el paquete.
Lo bueno de O2
Os comento, un mes después de todo lo anterior, las que creo que son las principales ventajas de la compañía O2 y las razones por las cuales me permito recomendarla como opción:
- No hay permanencia. Para mí, se trata de algo importante. Odio, con todas mis fuerzas, el jueguecito instaurado como costumbre en este país de tener que amagar con la portabilidad para que te hagan caso y te oferten un precio razonable. Es algo que detesto, si bien reconozco que andan por ahí verdaderos profesionales que han hecho de ello un arte y suelen presumir de todo lo que consiguen a cambio de renovar su compromiso de permanencia. Me alegro por ellos, pero yo paso de fomentar una práctica que aborrezco.
- Contratas 100 Mb simétricos y te dan 300. Al menos, por el momento, todos los que hemos instalado la fibra de O2 recibimos el triple de lo acordado, tanto en subida como en bajada. Aunque creo no necesitar tanto, es una gozada bajar una iso de Linux en menos de 1 minuto.
- Con 20 Gb de datos al mes y llamadas incluidas. Ya me puedo olvidar de gastar los datos o de los establecimientos de llamada. De nuevo, mucho más de lo que necesito, pues suelo consumir 1 ó 2 Gb, como mucho.
- Te ponen el router HGU de Movistar. Es un cacharro que me encanta, tanto estéticamente – se aleja de la línea tradicional, al ser cuadrado y bicolor – como en cuanto a prestaciones. La señal, ya sea en la banda de 2’4 Ghz o en la de 5, llega con más potencia al final de la casa de lo que conseguía con el Livebox de Orange.
- La cobertura móvil. He pasado ya por todas las operadoras y la cobertura Movistar que ofrece O2 es la mejor que he tenido hasta ahora, tanto en conversación como en datos. El 4G+, al menos en lo que se refiere a Sevilla, está por todas partes y alcanza velocidades más que aceptables.
- La aplicación para el móvil. De nuevo, de las que he probado, es la más fluida y completa en cuanto a la información que proporciona.
- Tienen una línea de actuación más ética. O, al menos, es lo que prometen: darte la razón en principio ante cualquier desacuerdo en factura, devolverte el dinero y luego ya veremos lo que pasa. También dicen no molestarte con llamadas – de momento, así ha sido – ni tratar de retenerte si decides marcharte. Todo ello es, evidentemente, el modus operandi habitual de Serrahima y el antiguo Pepephone.
Lo malo de O2
En mi caso particular, no tengo ni una sola queja. Pero en aras de la objetividad que demanda este tipo de artículo, comento algunos problemas en la contratación que han sufrido dos amigos a los que les recomendé la compañía por mi buena experiencia:
- Amigo A: porta 2 líneas móviles y la fibra. El único problema fue que, la mañana en que se suponía debía tener ya cobertura móvil con O2, ésta no existía. Tras una llamada a la compañía, le indicaron que lo iban a solucionar, y así lo hicieron en un plazo de unas 2 horas.
- Amigo B: porta 1 línea móvil y la fibra. En este caso hubo un lío curioso, pues le hicieron primero la instalación de fibra (todo funcionando) pero el móvil, aunque tenía la SIM, seguía con su anterior compañía. Llamó en varias ocasiones y no supieron darle respuesta, hasta que topó con una operadora con más conocimientos que le indicó que no se había puesto en marcha la portabilidad de la línea móvil, debido a un error. Tras iniciarla ella, en 2 días ya tenía línea con O2.
Por otro lado, cabe destacar que el precio final depende de la zona de España en que se viva. Al parecer, existen lugares (zona regulada) donde en lugar de los 45 euros que pago yo, se pagan 58. Tiene que ver con la disponibilidad o no de otras operadoras, no me preguntéis más porque no tengo ni idea. Lo que sí sé es que yo pago 45 por fibra y móvil, con todo incluido (hasta la cuota de línea y la identificación de llamadas, que en otras operadoras o en la misma Movistar se han de abonar aparte).
Conclusión: una buena opción
Tanto yo como mis dos “recomendados”, a pesar de sus problemas iniciales, estamos contentos a día de hoy con O2. Por eso creo que puedo recomendar los servicios de la compañía, sobre todo si vivís en la zona no regulada, pues creo que 45 euros, sin ser la panacea, es un buen precio por un buen servicio. Pagando 9 euros menos que con Orange, recibo el triple de velocidad en la fibra de casa, cinco veces más datos para el móvil, mejor router, una buena cobertura y no tengo permanencia. No esta nada mal, ¿no os parece?
En el mes que llevo usando sus servicios, no he tenido ni un solo corte o problema que reseñar. Supongo que esto debería ser lo normal, pero conociendo las telecomunicaciones en España, yo diría que no lo es tanto. Por esta razón, y porque no he encontrado demasiadas opiniones sobre O2 en la red – normal, dada su reciente creación – he creído conveniente haceros llegar mis impresiones, por si a alguien pudiera ayudar a decidirse. Eso sí, mi experiencia – al igual que con las distros Linux – puede ser completamente diferente a la tuya. Espero que no, porque la mía ha sido y, de momento es, inmejorable. A ver si dura.
Y no os doy más la tabarra, que nos conocemos y vais a pensar que Serrahima sí que me paga por este artículo. Ejem, ejem, si lo estás leyendo, Pedro, tengo un apartado de donaciones en la barra superior. De nada.