Un usuario recibe un aviso de infracción de copyright por descargar Ubuntu por BitTorrent
Se ha hecho viral una reclamación por derechos de autor de lo más inusual, por la que se acusa a un usuario de descargar material protegido a través de la red BitTorrent. Y el material protegido es ni más ni menos que… ¡Ubuntu 20.04.2! La última actualización de la última versión de soporte extendido de la distribución Linux más popular del panorama de PC. ¿Cómo te quedas?
Según se cuenta en las conversaciones que el tema ha generado en los diferentes foros que se han hecho eco del mismo, no es la primera vez que sucede algo parecido, y probablemente tampoco sea la última, porque hay quien se sigue sin enterar de que la red BitTorrent sirve para descargar muchas otras cosas que no incluyen contenidos protegidos por derechos de autor. Como por ejemplo, distribuciones Linux.
Es muy común que las distribuciones Linux, además de ofrecer su descarga de manera directa, lo hagan también a través de redes P2P como principalmente BitTorrent. Por diferentes motivos: proyectos más pequeños pueden ahorrarse ancho de banda, usuarios en localizaciones lejanas pueden obtener mejores velocidades de descarga, se ayuda a no saturar determinadas redes… Y, por supuesto, no solo se permite hacerlo, sino que se anima a ello.
Por todo lo anterior, pero también porque las licencias de las distribuciones Linux lo facilitan, la -valga la redundancia- distribución de las mismas por todo tipo de medios, incluyendo BitTorrent, es habitual a lo largo y ancho del mundo. Por eso sorprende que una teleoperadora interprete lo que ha interpretado esta en el caso que nos ocupa.
Así, siguiendo las directrices del Digital Milennium Copyright Act (DMCA), la ley federal que regula los derechos de autor de Estados Unidos, promulgada en un principio en favor de la industria audiovisual para combatir la piratería en Internet y apoyada en la cual se han cometido toda clase de atropellos, esta ISP informó a su cliente de la infracción que estaba perpetrando.
Al contrario de lo que ha pasado en otras ocasiones, sin embargo, la «notificación de acción» recibida por este usuario no incluía amenazas de multa o acciones legales, sino la petición de eliminar la descarga de todos los dispositivos donde la pudiera tener. Todo esto, hasta donde se ha podido comprobar, es cierto y así sucedió. Pero…
Pero, ¿quién monitorizaba y denunció la infracción, la descarga archivo de marras, una imagen ISO de Ubuntu cuya distribución es totalmente libre? Ahí está la disputa, ya que en el aviso figura OpSec Security, una de las compañías que se dedican a estas cosas… y que no ha tardado en desmentir su participación, asegurando tener «evidencias incontrovertibles» de que no han sido ellos.
Please see OpSec’s official statement on recent DCMA notices.#Opsecsecurity #DCMA #Antipiracy #BrandProtection pic.twitter.com/2lENjOVytc
— OpSec Security (@OpSecSecurity) May 26, 2021
Por lo que se puede leer en el tuit, OpSec Security apunta a «terceras partes» cuya intención es dañar su imagen y dicen haber notificado a las autoridades acerca del incidente. Con mucho énfasis todo, tanto que casi dan la sensación de estar a la defensiva. Aunque no se puede demostrar ni lo uno, ni lo otro, no sería la primera vez que hay acusaciones en falso.
¿Sería en efecto una tercera parte intentando dañar la imagen de OpSec Security, simplemente un trol (ojo, un trol que llega hasta la ISP)…? Lo cierto es que no importa, porque estas noticias, por más llamativas que sean, pasan rápido. Pero sirven para recordar que nadie te puede denunciar por esto, por distribuir -valga de nuevo la redundancia- una distribución Linux por el medio que quieras. Hasta venderla puedes. Que nadie te diga lo contrario.