Un vistazo fugaz a Ubuntu Kylin, el sabor oficial de Ubuntu para China
Parece que hoy no nos movemos de China, y es que tras publicar la noticia de Deepin 15.7 me ha dado por echarle un vistazo a la otra distribución china más conocida por estos lares, uno de los sabores oficiales de Ubuntu para PC que, sin embargo, ignoramos por norma: Ubuntu Kylin. ¿Tienen algo que ver Deepin y Kylin? ¿Es Kylin tan interesante para el usuario occidental como lo es Deepin? Es y otras preguntas han motivado este artículo.
Así que mejor empezamos por el principio, resumiendo brevemente la andadura de la distribución. Su primera versión se basó en Ubuntu 13.04 y, con el escritorio Unity al frente, se propuso desde un primer momento como una suerte de derivada directa hecha -en parte- por y para China “con el fin de implantarlo como sistema operativo nacional”, recogíamos por aquel entonces. Cabe recordar que el soporte de Windows XP se terminaba al año siguiente y que los chinos son -simplemente por volumen de población- los reyes del pirateo informático, por lo que quizás ahí está el porqué de Ubuntu Kylin.
Sin embargo, ni la distribución parece haber llegado a cumplir con sus pretensiones, ni en MuyLinux le hemos vuelto a dedicar un espacio en todo este tiempo. La razón de lo primero es difícil de determinar, pues son muchos los factores a tener en cuenta: Microsoft se ha estirado con el país asiático como con ningún otro; la piratería del sistema de Microsoft continúa con y sin el favor de la compañía… Nada aseguraba el éxito de Linux en China, sin importar la calidad del mismo o las supuestas intenciones del Gobierno, por el mismo motivo por el que a Linux le cuesta extenderse en el resto del mundo.
La razón de lo segundo es más sencilla de explicar: Ubuntu Kylin era poco más que un calco de la edición principal de Ubuntu con Unity, pero adaptada al usuario chino. Por el contrario, Deepin ha puesto mucho más esfuerzo en hacerse un hueco en el mercado internacional, de ahí que le hayamos seguido la pista de unos años a esta parte. Con todo, a Ubuntu Kylin le debemos características tardías de Unity como la posibilidad de poder fijar el lanzador de aplicaciones al estilo clásico, en el borde inferior de la pantalla. Ese fue un primer indicio de que la visión de los desarrolladores de Ubuntu Kylin no casaba ni con la de Canonical ni con la de GNOME.
Así las cosas, con el cambio de escritorio en Ubuntu que se anunció a principios del año pasado, en Ubuntu Kylin decidieron montárselo por su cuenta -la idea ya tenía forma, en realidad- y la elección para reemplazar a Unity fue UKUI (Ubuntu Kylin User Interface), un entorno de escritorio derivado de MATE (GNOME 2) desarrollado en casa, fuertemente inspirado por Windows 7 y en el que se mezclan tecnologías como GTK y Qt. Nada nuevo bajo el sol, aun cuando este sabor ha tenido sus exclusividades desde antes incluso del cambio de escritorio, es el caso de la tienda de aplicaciones.
¿Y bien? Pues he instalado Ubuntu Kylin en virtual para echarle un vistazo fugaz y, salvo por la interesante selección de wallpapers propios y la constatación de que aun pudiendo usarlo en otros idiomas y regiones, está hecho por y para China, no se lo recomendaría ni a los chinos. Aporta poco y Deepin lo está haciendo todo con mucho más ímpetu y diligencia. Pero tampoco me entendáis mal: se trata de una propuesta muy sosa frente a las alternativas de las que disponemos, no entro a valorar su calidad.
Si aún así a alguien le han entrado ganas de probarlo pro sí mismo, mi recomendación es virtualizarlo o, a lo sumo, probarlo en modo vivo. Podéis descargar Ubuntu Kylin desde su página web oficial. Para los amantes de los wallpapers, la descarga del paquete (descarga directa) está disponible aparte, pero cuidado que los hay geniales y los hay del montón (hay uno de una muñeca que da una grima…).
Por otro lado, antes se podía instalar el escritorio UKUI vía PPA, pero desde Ubuntu 18.04 LTS se ha añadido a los repositorios de la distro como metapaquete y también se puede encontrar para Debian. No obstante, ya sabéis que instalar un escritorio encima de otro no es buena idea. Ahora bien, si os conformáis con verlo en acción, iba a grabar algo cuando me he dado cuenta de que en Linux Scoop ya lo habían hecho y como no lo iba a superar…