Ubuntu Software, la gran chapuza de Ubuntu 20.04 LTS
Tenía la firme intención de continuar hoy con las guías de Ubuntu que comencé la semana pasada, y que a diferencia de otras ocasiones -otros lanzamientos LTS de Ubuntu, más bien- he adelantado por lo que ya comenté en las primeras que se publicaron: Ubuntu 20.04 LTS ha salido muy buena, cual deliciosa fruta de temporada. En serio. Este ha sido el mejor lanzamiento de Ubuntu LTS desde la 14.04… porque todos son buenos, pero no alcanzan un grado de maduración óptimo tan pronto.
Pues bien, con Ubuntu 20.04 LTS lo han conseguido, y me baso para decirlo en mi propia percepción tras haber probado en profundidad tanto Ubuntu como Kubuntu, Xubuntu y Ubuntu MATE. He quedado gratamente impresionado por todas. Especialmente por Kubuntu, pero también Ubuntu me ha gustado mucho, salvo por un detalle: la muy mejorable experiencia que proporciona su tienda de aplicaciones. Y lo peor de todo es lo que han hecho así de mal adrede, conscientes del despropósito.
Total, que iba a continuar con las guías y la siguiente es una sobre la gestión de software en Ubuntu, precisamente por el desaguisado que ha montado Canonical, pero a medida que escribía la mala hostia se iba apoderando de mí y no es plan, cuando lo que pretendes es transmitir procesos concretos para hacer algo a quien no sabe. Así que la guía saldrá más adelante y hoy me recreo con esta opinión -con datos y argumentos, no es un mero ladrido- sobre lo que considero es la gran chapuza de Ubuntu 20.04 LTS: Ubuntu Software.
¿Ubuntu Software como Snap? No, gracias
Como sabéis, Ubuntu Software es la tienda de aplicaciones de Ubuntu y no tiene pérdida, porque está anclada por defecto en el panel lateral del escritorio. Desde Ubuntu Software es posible buscar, instalar, desinstalar y actualizar las aplicaciones, por lo que en principio cualquier usuario debería apañarse con ella. Sin embargo, ofrece una experiencia muy precaria en comparación a lo que nos tenía acostumbrados la distribución.
Porque aunque lo parezca, no estamos ante el Ubuntu Software de siempre, sino ante la versión Snap del mismo. Es decir, Canonical ha bifurcado GNOME Software (la tienda en la que se basaba Ubuntu Software) para servir a sus intereses, que son promocionar su sistema de paquetes Snap, y lo ha hecho preinstalando Ubuntu Software como Snap con unas consecuencias nada deseables. A destacar:
- Carece de soporte de Flatpak, la tecnología que compite con Snap y que al igual que esta, es un recurso válido para acceder a nuevas aplicaciones.
- La búsqueda de aplicaciones prioriza los paquetes Snap a límites ridículos, generando en los mejores casos una confusión expresa que no es sana para el escritorio Linux.
Un ejemplo llamativo del segundo punto que ya ha sido resuelto y que ignoro si ha sido generalizado -lo comprobé en diferentes instalaciones- se encontraba al buscar Firefox, el navegador por defecto de Ubuntu, preinstalado como paquete Deb (el formato nativo del sistema) y cuyo primer resultado era el paquete Snap… y ya en último lugar, por debajo de aplicaciones que nada tienen que ver con Firefox, aparecía el paquete Deb preinstalado. Insólito. Pero repito, esto se ha corregido y ya no es así: ahora el primer resultado es el del Firefox ‘verdadero’.
Desafortunadamente, esto se repite mucho y a peor, y es que la búsqueda de aplicaciones muy populares del escritorio Linux da como resultado en muchas ocasiones el paquete Snap, a pesar de que también está en los repositorios de Ubuntu. Es decir, en muchos casos Ubuntu Software solo encuentra la aplicación en Snap, lo cual me parece tremendo.
¿Qué tengo yo contra Snap? Y ¿no es una contradicción criticar la implementación de Snap y quejarse por la falta de Flatpak? Las respuestas son nada y no. Yo no tengo nada en contra de Snap, siempre que se utilice y promueva de manera responsable; y no hay ninguna contradicción en pedir que se trata en igualdad de condiciones al uno y al otro, incluso cuando se trata de la distribución de Canonical. Que Canonical preinstale el soporte de Snap por defecto en Ubuntu Software pero no haga lo mismo con Flatpak me parece normal, pero que lo impida poniendo por defecto una tienda que no es compatible con este, me parece un poco mezquino, más cuando luego van llorando porque en otras distribuciones se trague con Snap.
Como hemos dicho en innumerables ocasiones en estas páginas, tanto Snap como Flatpak son recursos valiosos para acceder a determinadas aplicaciones o a sus versiones más recientes, pero no son un reemplazo eficiente para el grueso de los paquetes que componen los repositorios de una distribución. Tienen ventajas, sí; pero también tienen inconvenientes, como un tamaño de archivo mayor, un integración deficiente con el entorno de escritorio y en el caso particular de Snap, un arranque más lento. Por no mencionar -por más que quedase como una anécdota y se tomasen medidaas para evitar que vuelva a pasar- que la Snap Store ha tenido problemas de seguridad nunca vistos en los repositorios de ninguna distro Linux solvente.
Fui muy benevolente cuando dije aquello de que la tienda de aplicaciones de Ubuntu Software se pasa a Snap, pero no temas porque de verdad que no me esperaba que lo hicieran tan mal, habiendo rectificado con su postura de preinstalar Snap de manera innecesaria. De hecho, este es el único Snap que preinstala Ubuntu 20.04 LTS… Así que la estrategia de Canonical está clara: que sea el usuario el que se instale el resto. Pues no. Casi me dan ganas de eliminar todo rastro de Snap del sistema, pero como he dicho, utilizado con mesura tiene su utilidad. Como la tiene Flatpak.
La solución a este desaguisado es, por supuesto, desinstalar el Snap de Ubuntu Store e instalar GNOME Software con los plugins necesarios para recuperar la funcionalidad perdida, entre otras cosas. Pero eso ya lo explicaré en la guía. Por suerte se hace rápido y esto solo ocurre en Ubuntu, el resto de familia se comporta como corresponde a la aristocracia de GNU/Linux. Siento el tocho, pero que hayan mancillado la que está siendo su mejor versión en años ha podido conmigo.