MuyLinux Eduardo Medina  

Éxodo de Freenode: una mala gestión hunde al veterano del IRC

Freenode

Muchos proyectos relevantes ligados a Linux y el software libre están abandonando la red de IRC de Freenode para pasarse a Libera.chat. La razón viene de un escándalo ligado a cambios no consensuados en la web de Freenode y la presencia de una persona que las comunidades consideran como no confiable.

Si bien el protocolo IRC, base de los viejos servicios de chat, suena a tecnología obsoleta para muchos, en los círculos ligados a Linux y el software libre es todavía bastante utilizado. La red de IRC más grande desde 2013 es Freenode, en la que estaban presentes hasta hace poco proyectos como Wikimedia, Ubuntu y Fedora. Obviamente, el protocolo está lejos de vivir sus años dorados, pero sigue bastante vivo en el ámbito del desarrollo.

La situación podría decirse que empezó a torcerse en el año 2017, cuando Christel Dahlskjaer, jefa del personal de voluntarios de Freenode, decidió crear una empresa llamada Freenode Ltd. que fue vendida inmediatamente al emprendedor estadounidense Andrew Lee. Dahlskjaer justificó la operación diciendo que aquello era algo necesario para patrocinar una conferencia y que la red seguiría operando de la misma manera.

Y sí, la situación aparentaba ser la misma tras la venta de la empresa de Freenode a Andrew Lee hasta febrero de 2021, cuando empezaron a introducirse cambios que no gustaron al personal encargado de la red. Dahlskjaer decidió colocar en la web de Freenode el logo de Shell, una empresa que suministra escritorios virtuales basados en la nube propiedad de Andrew Lee.

Hasta aquí no hay nada extraño porque es habitual que proyectos FLOSS mantenidos por voluntarios vivan de patrocinios, pero los encargados de Freenode se quejaron de que no se les había consultado, a pesar de que seguían manteniendo aparentemente el control de la red. Los modos de Dahlskjaer parece que gustaron tan poco que al final la colocación del logo de Shell en la web fue rechazada.

Otro aspecto que no gustó nada fue saber que Mark Karpelès, fundador de la quebrada casa de intercambios de bitcoins Mt. Gox, es el director de tecnología (CTO) de Shell. La quiebra de Mt. Gox, que derivó de un fallo masivo de seguridad que fue explotado mediante un ciberataque, llevó a la pérdida de 850.000 bitcoins, los cuales serían unos 33.400 millones de dólares en la actualidad. Karpelès tuvo que enfrentarse a un juicio en Tokio (Japón) en el que fue declarado culpable de alterar deliberadamente los registros para encubrir las pérdidas, pero no de los cargos de malversación que pesaron sobre él.

Las formas en la gestión del patrocinio de Shell y la presencia de Mark Karpelès apuntan a ser motivos que llevaron a algunos de los miembros más destacados del personal de Freenode a renunciar de sus puestos. Como consecuencia de la falta de comunicación, Christel Dahlskjaer también renunció y fue reemplazada por Tom Wesley.

En el mes de abril se vio un recrudecimiento del conflicto que mantenían los voluntarios con Andrew Lee. El personal responsable publicó el cambio de liderazgo y anunció la migración a Solarum, un nuevo software de backend de ‘ircd’. Aquello no gustó a Lee, que eliminó la publicación y su entrada en el historial para hacer ver como si nunca hubiera existido. Más tarde, cuando se puso en marcha una red de pruebas en Freenode para preparar el cambio a Solarum, los voluntarios se encontraron con que Tom Wesley la cerró sin dar explicaciones, cosa que sospecharon podría deberse a una orden de Lee acompañada de otra exigiendo silencio y de posibles amenazas legales.

El conflicto fue a más cuando Andrew Lee registró el canal ‘#freenode-board’ sin consultar a los voluntarios y, según un exmiembro de Freenode, sin la autoridad necesaria, ya que Lee no era uno de los contactos oficiales del grupo que tienen permitido la creación de canales. Si la situación ya apestaba de por sí, nada mejor que meter en medio intentos de soborno y una junta directiva con presuntos empleados creada por Lee que aparentemente nunca existió de verdad.

Andrew Lee expuso su versión de los hechos el pasado 12 de mayo de 2021 y aprovechó la ocasión para reclamar la propiedad legal de Freenode. Aquello, como era de esperar, no gustó nada a los miembros de Freenode que renunciaron, por lo que estos decidieron impulsar la red de IRC Libera.chat como sustituta. La nueva red está debajo de Libera Chat, una organización sin ánimo de lucro radicada en Suecia que es propiedad de los empleados voluntarios.

Viendo que el “alma” de Freenode ha sido “transferida” a Libera.chat, ahora es fácil entender la migración de destacados proyectos ligados al FLOSS a dicha red, y todo deriva de un proceso de patrocinio que no fue llevado de forma transparente, de las formas totalitarias de un jefe que sobrepasó los poderes que tenía asignados y por la presencia de una persona con antecedentes que no resultó de fiar para las comunidades y las empresas.

Como vemos, una historia un tanto retorcida de la que se pueden saber todos los detalles en ArsTechnica. En caso de estar en un canal IRC de Freenode vinculado a un proyecto FLOSS, recomendamos buscar información en foros y blogs oficiales.

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